La Organización de los Estados Americanos (OEA) es el organismo regional más antiguo del mundo, fue creada con el objetivo de ser un foro político para los Estados de la Américas en 1948. El canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano había manifestado que la entidad necesita actualizarse, pero para entender esto es importante recordar las trascendencias de la OEA.

“Consideramos que hay una necesidad de actualización en la estructura, que nos permita redefinir una estrategia que oriente hacia una orientación sobre algunos aspectos porque fueron diseñados en el siglo anterior y necesitamos renovarlo a este tiempo que vivimos”, había remarcado Ramírez Lezcano.

El énfasis del canciller se debe a la confirmación de su candidatura como próximo secretario general de la OEA y sus manifestaciones se habían enfatizado durante la 54° Asamblea General de la OEA. Puntualizó que el organismo es el más prestigioso por su colaboración para fortalecer la democracia.

“Ahí hay una tarea que vamos a iniciar en el diálogo con todos los Estados miembros para entender y atender la visión de cada uno de los países. La construcción de esa institución va a estar orientada por los países y prontamente vamos a desarrollar las conversaciones”, señaló.

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En las propias bases fundacionales del organismo internacional se determina que el motor principal de su instalación ha sido la búsqueda del establecimiento de la democracia como forma de gobierno ideal en el hemisferio. Actualmente, su continuidad se basa en la defensa del fortalecimiento de las democracias.

Entre las trascendencias del organismo, por ejemplo, se destaca la adopción de la Carta Interamericana Democrática, aprobada en 2001, entendiendo que la democracia comienza con elecciones libres y justas, pero sin dejar de lado los derechos humanos.

No obstante, entendiendo el desfasaje de sus principios fundacionales y los cambios trascendentales en los gobiernos posteriores al siglo 20, se entiende que la OEA debe volver a las bases de reposicionamiento institucional de carácter globalizado.

Para Ramírez Lezcano, por ejemplo, el organismo debe fortalecer su rol activo con base en las actualizaciones planteadas. Subrayó que la OEA no puede dejar de mantener su labor en la construcción del diálogo a nivel hemisférico, para la discusión sobre diferentes aspectos.

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Entre algunos de los posicionamientos más recientes de la organización multilateral, se encuentra el rechazo ante el intento de levantamiento militar desarrollado en Bolivia, aparte del férreo posicionamiento en contra de la crisis política acaecida en Nicaragua.

Esto sin mencionar el acuerdo de cada uno de los Estados miembros en torno a la importancia de priorizar unas elecciones basadas en la transparencia, la institucionalidad y los principios democráticos en Venezuela.

Sin embargo, más allá de los acuerdos y las declaraciones conjuntas de los países miembros de la OEA, representantes de la sociedad civil que habían participado de la Asamblea General coincidieron en la urgencia de avanzar con acciones determinantes en el medio de los acuerdos.

Esto ante la necesidad de retrotraer el rol activo de la organización, formulado entre los líderes de cada nación acciones concretas que acompañen los posicionamientos asumidos como institución internacional.