Este jueves se dio inicio a la sesión plenaria de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en la que el canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano fue electo como presidente de la Asamblea. El presidente de la República, Santiago Peña, participó del acto y brindó declaraciones en la apertura del encuentro.

“Paraguay cree en la relevancia del multilateralismo hemisférico, la diplomacia y las negociaciones de buena fe como herramientas para avanzar sobre objetivos comunes, para lograr que esta región siga creciendo y se siga integrando”, expresó el mandatario.

Indicó que resulta crucial seguir trabajando por el fortalecimiento de la OEA, un lugar donde se puede promover de manera colectiva la defensa de la democracia y los derechos humanos, así como la posibilidad de avanzar sobre temas estratégicos como la seguridad de las comunidades y el desarrollo sostenible.

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Peña aprovechó la sesión de la Asamblea para reiterar la condena absoluta del Estado paraguayo sobre el intento de levantamiento militar en Bolivia. “Extendemos nuestro absoluto respaldo al presidente Luis Arce y a las instituciones democráticas bolivianas”, señaló el jefe de Estado. Remarcó que el continente latinoamericano no puede concebir ni dictaduras ni quiebres democráticos porque la voluntad popular y la democracia son sagradas y deben ser respetadas siempre.

“Vemos peligrosos intentos por alterar el orden democrático en nuestra región. La seducción del autoritarismo está siempre presente, pero el precio a pagar es nuestra dignidad misma, por eso debemos preservar nuestros bienes más preciados: la libertad y la democracia”, sentenció Peña.

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El presidente subrayó que Paraguay apuesta fuerte e irreversiblemente por la OEA como un órgano líder en el derecho internacional. Como una muestra de dicho compromiso, remarcó que por ello se confirmó la presentación de la candidatura del canciller Ramírez Lezcano como secretario general de la OEA.

“Trabajando juntos, podemos lograr resultados tangibles en los diferentes desafíos que compartimos: desde la inseguridad, el crimen organizado, el cambio climático, hasta la pobreza”, apuntó, destacando la importancia de dichos objetivos, con base en la fraternidad y la cooperación.