La primera jornada de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en la Conmebol, finalizó en su segunda sesión plenaria en horas de la noche con las intervenciones de los representantes de relaciones exteriores de cada uno de los Estados miembros de la organización.
Así, la ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, aparte de realizar consideraciones regionales que logran posicionar a su país como referente, exhortó a un trabajo conjunto que apunte a la integración y seguridad de los países para el desarrollo sostenible.
“Mi país, El Salvador, desde junio de 2019 tomó el rumbo correcto para hacer un cambio histórico sin precedentes que nos ha permitido transitar de ser el país más violento del mundo a estar como la nación más segura de nuestro hemisferio occidental”, refirió, ejemplificando con El Salvador la posibilidad de desarrollar transformaciones inéditas.
Con ese ejemplo en consideración, puntualizó que cada uno de los países de la región latinoamericana deben construir puentes entre sí y no murallas, rechazando la política de la imposición y la división. “Es también nuestra responsabilidad convertir la organización en una entidad más eficiente y moderna, que dé respuestas a grandes necesidades y retos”, dijo.
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Democracia, pobreza y derechos para las mujeres
La secretaria general de Relaciones Exteriores de Brasil, Maria Laura da Rocha, habló acerca de la necesidad de impulsar de manera fortalecida y estratégica el diálogo fluido entre los Estados miembros, lo cual fortalecerá de manera integral y significativa la democracia en la región.
También se refirió de manera puntual sobre la lucha contra la pobreza y el hambre en América Latina, puntualizando que resulta esencial contar con una organización que apunte al progreso integral, entendiendo que el subdesarrollo sigue afectando de manera significativa el territorio latinoamericano.
Esto, enfatizando que América Latina ya no puede seguir en la miseria, afirmando poseer tantas riquezas naturales, por lo cual apeló a los trabajos colectivos para cambiar la realidad de la que aún no puede salir la región.
En torno a los derechos de las mujeres y la promoción de mayores oportunidades para las mismas en diferentes espacios estratégicos, dejó entrever que aún queda mucho por hacer. “No podemos olvidar el largo camino que aún debemos recorrer para que las mujeres puedan ejercer sus derechos”, sentenció.
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