El Mercado Común del Sur (Mercosur) emitió un comunicado en el cual se pronuncia por los hechos que se dan en Bolivia y que están protagonizados por algunas unidades del ejército de dicho país. El bloque hizo un llamado al respeto de la democracia y extienden su solidaridad al gobierno boliviano legítimamente electo.
“Los Estados partes del Mercosur y Estados asociados manifiestan su profunda preocupación y enérgica condena por las movilizaciones de algunas unidades del ejército boliviano, tendientes a desestabilizar el gobierno democrático del Estado Plurinacional de Bolivia, incumpliendo los principios internacionales de la vida democrática y, en particular, del Mercosur”, reza el comunicado.
El escrito fue difundido este jueves 27 de junio y afirma que rechazan cualquier intento de cambiar al poder por vía de la violencia y la inconstitucionalidad, los cuales atentan contra la voluntad popular que es la voz soberana de los pueblos. Estos hechos vulneran la estabilidad política y social de Bolivia, según manifestaron.
“Los Estados partes del Mercosur y Estados asociados expresan su solidaridad e irrestricto respaldo a la institucionalidad democrática del gobierno constitucional del presidente Luis Arce Catacora y sus autoridades democráticamente electas y exhortan al mantenimiento de la democracia y la plena vigencia del estado de derecho”, concluye el pronunciamiento del bloque.
Un intento de golpe de Estado fue denunciado por el presidente Arce en la tarde del miércoles 26 de junio, cuando varias unidades del ejército tomaron la Plaza Murillo, ubicada en La Paz, liderados por el general Juan José Zúñiga, quien recientemente había sido destituido. Pese a que el levantamiento militar fue controlado, en el país aún persiste la incertidumbre.
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Transportistas de combustible varados en Paraguay por la falta de pago de Bolivia
- Fuente: AFP
Más de 600 camiones cisterna bolivianos aguardan desde hace semanas a las afueras de Asunción, en difíciles condiciones de salubridad, para cargar gasolina y gasoil debido a que, según fuentes del sector, su gobierno no paga al proveedor de combustible.
Bolivia atraviesa una crisis económica desde 2023 derivada de la falta de dólares que, entre otras cosas, ha socavado su capacidad para adquirir combustible a los importadores.
“Llegué con la esperanza de cargar y retornar, pero lamentablemente me encontré con montones de colegas en una situación incierta. Nadie sabe cuándo se le va a cargar”, dijo este martes a la AFP el camionero Carlos Herebia, que lleva dos semanas esperando. Otros, denuncian, esperan desde hace 30 o 40 días.
De 37 años, Herebia tenía pensado volver a casa antes de Semana Santa, pero su camión cisterna, al igual que otro más de medio millar, está en un parque cerrado conocido como El Avispón, en la localidad de San Antonio, a las afueras de la capital paraguaya.
Otro centenar de vehículos hace fila en las afueras de este parque, a orillas del río Paraguay, a la intemperie y en malas condiciones de salubridad. Las autoridades de San Antonio instalaron algunos baños portátiles en el lugar, pero son insuficientes.
La semana pasada, el dirigente del sindicato del sector en Bolivia, Domingo Ramos, denunció que cientos de camioneros en Paraguay aguardaban el pago por combustible para reanudar las actividades de carga y transporte.
“Los señores de la ANH (Agencia Nacional de Hidrocarburos) e YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) solo están alargando la agonía de este gobierno y todos los transportistas”, acusó Ramos, de acuerdo al medio local Unitel.
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Bolivia compra combustibles de países vecinos a precios internacionales y los vende en su mercado interno a un costo subvencionado. Esta subvención, además de la caída de las exportaciones de su gas natural, resultan en buena parte en la escasez de dólares que padece el país.
Esta incapacidad de pago a los importadores ha causado que, en Bolivia, transportistas y particulares esperen por horas en las estaciones de servicio para cargar combustible.
El año pasado ocho camioneros bolivianos murieron en Paraguay, por distintas causas, en general víctimas de la precariedad de la situación y las altas y altas temperaturas.
“Yo vengo desde hace cinco años a Paraguay y cada vez es peor. Somos más de 600 camiones, la mayoría de 35.000 a 37.000 litros. Los que no están en el parque están afuera. Y siguen viniendo, o sea, de nuestro país los siguen enviando. Ya no tenemos ni donde pararnos”, describió Herebia. Esa es la razón por la que están concentrados en el parque. “Ni siquiera tenemos acceso a agua potable”, protestó.
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Aranceles y el Mercosur
- Carlos A. Primo Braga
- Profesor de la Fundación Dom Cabral, Brasil
El 2 de abril (denominado Liberation Day por el presidente Trump), el Gobierno de los Estados Unidos anunció la imposición de aranceles recíprocos que afectan a cerca de 185 países. A partir del 5 de abril, se sumaron aranceles del 10 % a los ya existentes, y desde el 9 de abril deberían imponerse aranceles adicionales a los países considerados como los peores infractores, con base en una “evaluación” sobre cómo sus políticas afectan las exportaciones estadounidenses.
Los mercados financieros en todo el mundo, y particularmente en EE. UU., reaccionaron de forma dramática en los días posteriores al anuncio. El índice NASDAQ, por ejemplo, que refleja el desempeño del sector tecnológico, cayó alrededor de un 9,8 % en los dos días siguientes, una corrección significativa en relación con su nivel máximo anterior.
Estos aranceles se suman a otros anunciados previamente por la administración Trump, dirigidos principalmente a China (incluyendo un arancel del 20 % como sanción por el comercio ilícito de fentanilo y aranceles del 25 % sobre automóviles, acero y aluminio). En síntesis, los productos chinos pasarán a enfrentar aranceles totales del 54 % (20 % vinculados al tema del fentanilo y 34 % por el cálculo de reciprocidad) y, en algunos casos, específicos (como los automóviles, considerados una amenaza a la seguridad nacional), los aranceles podrían alcanzar hasta un 79 %. China respondió con una tarifa adicional del 34 % sobre exportaciones estadounidenses. Posteriormente, el gobierno de Trump reaccionó a esta decisión imponiendo un arancel adicional del 50 % sobre productos chinos el 8 de abril.
El cálculo de los aranceles recíprocos por parte de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) fue recibido con escepticismo y críticas sobre la arbitrariedad del método utilizado. La fórmula adoptada se basa, esencialmente, en dividir el déficit comercial de EE. UU. en bienes con cada país entre el valor de las importaciones provenientes de dicho socio comercial, como una proxy de un arancel que equilibraría los flujos comerciales. La fórmula también incluye en el denominador una estimación de la elasticidad de las importaciones respecto a los precios y de los precios respecto a los aranceles; sin embargo, al haber asignado arbitrariamente los valores 4 y 0,25, el producto de dichas elasticidades es igual a 1. El valor resultante de esta división fue reducido a la mitad, según el presidente Trump, para reflejar la magnanimidad estadounidense. En el caso de países con superávit comercial con EE. UU. (como Brasil), así como en situaciones especiales (como Afganistán), se estableció un arancel recíproco del 10 %.
El 9 de abril, el presidente Trump anunció una pausa de 90 días en la implementación de estos aranceles para la mayoría de los países, con excepción de China. Para los países que no respondieron con represalias, solo se aplicará el arancel adicional del 10 % hasta junio. En el caso de China, sigue vigente un arancel acumulado del 145 %, mientras que para Canadá y México se aplicarán aranceles del 25 % sobre productos que no cumplan con las normas del acuerdo USMCA (que sustituyó al NAFTA). China respondió de inmediato, elevando sus tarifas a un 125 % sobre productos estadounidenses.
El arancel medio en EE. UU. se incrementará a aproximadamente un 22,5 %, con picos importantes para ciertos países (como China) y productos. Este nivel remite a lo ocurrido en la década de 1930 y sus consecuencias negativas para la economía global. Asimismo, la lógica de la fórmula (centrada únicamente en el comercio de bienes, ignorando los servicios donde EE. UU. suele registrar superávit), la elección arbitraria del año 2024 como base para los cálculos —a pesar de que los déficits comerciales varían con el tiempo—, el desconocimiento de las estructuras proteccionistas de los socios comerciales, y las causas macroeconómicas de los desequilibrios en la balanza de pagos (como el desajuste entre ahorro e inversión) han sido señalados como puntos críticos de esta metodología.
Para los países del Mercosur, hay tanto buenas como malas noticias. Es cierto que los miembros del bloque fueron “beneficiados” con un arancel recíproco mínimo del 10 %, muy por debajo del promedio general y de los valores máximos aplicados a otros países. Sin embargo, el impacto puede ser perjudicial, no solo por los efectos sobre los flujos globales de comercio (la Organización Mundial del Comercio —OMC— estima que estos aranceles podrían generar una contracción del 1 % en el volumen del comercio mundial en 2025), sino también por los desvíos comerciales que pueden surgir (como la redirección de exportaciones chinas hacia la región). No obstante, el “superarancel” y sus externalidades (como la adopción de medidas de represalia por varios países, especialmente China) pueden generar oportunidades para el agronegocio del Mercosur, como ocurrió durante el primer mandato de Trump.
Desde una perspectiva estratégica, la política comercial de EE. UU. crea incentivos para una postura más favorable en relación con la implementación del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Cabe destacar, sin embargo, que Argentina y Brasil mantienen visiones divergentes sobre el impacto de estas medidas. El presidente Milei, por ejemplo, ha expresado interés en ajustar la política comercial argentina y eventualmente negociar un acuerdo bilateral con EE. UU.
En resumen, las medidas adoptadas por EE. UU. pueden interpretarse como una decisión de facto de abandonar las normas de la OMC. Esto incrementará los niveles de incertidumbre en la economía global. El Programa “Parceiros para Excelência” PAEX de la Fundación Dom Cabral puede asistir a sus clientes en la navegación de este escenario incierto.
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Mercosur flexibiliza aranceles ante actual escenario internacional
Los cancilleres de los países miembros del Mercosur anunciaron que se ampliará temporalmente la lista de productos con excepciones al Arancel Externo Común del bloque. Se incluirán hasta 50 códigos arancelarios en las excepciones, de tal modo que se pueda “hacer frente a los desafíos del actual contexto internacional”.
De acuerdo con el comunicado conjunto de los cancilleres, se dieron instrucciones a los respectivos coordinadores nacionales para implementar esta medida. Igualmente, se tratarán otras medidas durante la reunión del Grupo Mercado Común (GMC), prevista para el 23 y 24 de abril, y en una próxima reunión de cancilleres el 2 de mayo.
Los cancilleres se reunieron en Argentina, país que ostenta la presidencia pro tempore hasta julio. Participaron los ministros del país anfitrión, Gerardo Werthein; de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano; de Brasil, Mauro Vieira; de Uruguay, Mario Lubetkin; y de Bolivia, Celinda Sosa, país recientemente incorporado como socio pleno.
Cabe recordar que días atrás el Gobierno de los Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, anunció el aumento de aranceles comerciales para todos los países del mundo, con tasas que van del 10 % al 49 % en algunos casos, lo que ha creado una fuerte reacción en el mercado internacional. No obstante, el presidente Trump dio un golpe de timón el pasado miércoles en su guerra comercial con una “pausa” de 90 días en los aranceles aplicados a decenas de países, excepto a China, a la que se los sube al 25 %.
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Mercosur flexibiliza aranceles ante actual escenario internacional
Los cancilleres de los países miembros del Mercosur anunciaron este viernes que se ampliará temporalmente la lista de productos con excepciones al Arancel Externo Común del bloque. Se incluirán hasta 50 códigos arancelarios en las excepciones, de tal modo que se pueda “hacer frente a los desafíos del actual contexto internacional”.
De acuerdo con el comunicado conjunto de los cancilleres, se dieron instrucciones a los respectivos coordinadores nacionales para implementar esta medida. Igualmente, se tratarán otras medidas durante la reunión del Grupo Mercado Común (GMC), prevista para el 23 y 24 de abril, y en una próxima reunión de cancilleres el 2 de mayo.
Los cancilleres se reunieron en Argentina, país que ostenta la presidencia pro tempore hasta julio. Participaron los ministros del país anfitrión, Gerardo Werthein; de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano; de Brasil, Mauro Vieira; de Uruguay, Mario Lubetkin; y de Bolivia, Celinda Sosa, país recientemente incorporado como socio pleno.
Cabe recordar que días atrás el gobierno de los Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, anunció el aumento de aranceles comerciales para todos los países del mundo, con tasas que van del 10 % al 49 % en algunos casos, lo que ha creado una fuerte reacción en el mercado internacional. No obstante, el presidente Trump dio un golpe de timón este miércoles en su guerra comercial con una “pausa” de 90 días en los aranceles aplicados a decenas de países, excepto a China, a la que se los sube al 25 %.
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