El gobierno de Santiago Peña envió 40 camiones de ayuda humanitaria a Río Grande do Sul, para asistir a los afectados por las inundaciones en esa región de Brasil. “Paraguay no se va quedar de brazos cruzados en esta penosa realidad”, dijo el mandatario a través de la red social X. El convoy cruzó este miércoles el Puente de la Amistad, entre Ciudad del Este y Foz de Yguazú, con un acto de recibimiento por parte de autoridades de ambas naciones.
“Paraguay siempre se ha caracterizado por su solidaridad y esta ocasión no será la excepción. Estamos con Brasil, porque nos une una fuerte amistad y porque cuando estamos unidos no hay adversidad que no podamos enfrentar”, señaló el mandatario. Por su parte, el canciller Rubén Ramírez Lezcano indicó que el gesto del Gobierno paraguayo se da en el marco de la construcción de una integración que permita a ambos países abordar desafíos cotidianos.
“El señor presidente de la República, con una firme decisión ha logrado construir esta hermandad que se va demostrando con actos fehacientes de que estamos juntos”, sostuvo el jefe diplomático. El gobierno brasileño agradeció a Paraguay por la ayuda humanitaria proporcionada a los ciudadanos afectados por las inundaciones en Rio Grande do Sul. El gesto fue destacado mediante la cuenta de Itamaraty, del Ministerio de Relaciones Exteriores del vecino país.
Sigue situación crítica
Las autoridades brasileñas han informado el lunes pasado de que al menos 56 personas continúan desaparecidas después de las lluvias torrenciales que han estado cayendo en Río Grande del Sur y cuyos mayores estragos se han dejado sentir en casi la totalidad del estado hace ahora un mes aproximadamente.
Defensa Civil de Río Grande del Sur ha detallado que son 169 los muertos y algo más de 800 las que han resultado heridas como consecuencia de unas precipitaciones que han provocado que el Gobierno de Brasil haya decretado el estado de emergencia en la región, que desde 1941 no había sufrido un estrago de esta envergadura.
Alrededor de 2,3 millones de personas se han visto afectadas por las lluvias, de las cuales 581.000 han tenido que ser reubicadas, mientras que otras 55.000 han perdido sus hogares. Hay más de 100.000 afectados por los cortes de electricidad y son casi un centenar las carreteras o vías de acceso que han quedado inutilizadas.
Las precipitaciones no han parado de caer desde hace un mes, por lo que el nivel de agua de ríos y embalses no ha descendido. Asimismo, está previsto que para esta semana se forme un ciclón extratropical en la costa del sur de Brasil. En aquellas zonas en donde el nivel del agua ha bajado, como es el caso de algunas partes de Porto Alegre, la capital del estado, los servicios de limpieza se han topado con ingentes cantidades de basura, animales muertos y todo tipo de inmundicias, lo que provocado un aumento de los riesgos de contraer enfermedades.
Con información de Europa Press.