“No son perseguidos políticos, no tienen partido, son criminales comunes”, afirmó este viernes el ministro del Interior, Enrique Riera, en referencia a los 4 miembros del clan Villalba retenidos en la Argentina, sindicados de formar parte del brazo logístico del grupo terrorista Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Asimismo, Riera extendió su agradecimiento a Patricia Bullrich, ministra de Seguridad del vecino país, quien el pasado fin de semana anunció que el gobierno de Javier Milei retirará el estatus de refugiados políticos a los hermanos María Rosa, Mirian Viviana, José Mariano Villalba Ayala, así como a Tania Villalba Ayala, quien sería hija de Laura Villalba Ayala (detenida en 2020).
“Se portó, habló con nosotros, nos fuimos a verla y nos recibió muy bien. Está dispuesta a ayudarnos, a llevar adelante el cumplimiento de este objetivo. También agradecemos como institución al Senado paraguayo, que se solidarizaron con esta causa y felicitaron a la ministra Bullrich. En la Argentina no es un tema menor que un cuerpo legislativo, por unanimidad, se solidarice con las víctimas y felicite al Gobierno argentino”, comentó.
Las afirmaciones de Riera fueron respaldadas por los familiares y las víctimas de secuestros perpetrados por el EPP. “Queremos agradecer al gobierno argentino porque escucharon el reclamo, tanto de la Fiscalía y del Ministerio del Interior paraguayo. Todas las víctimas tenemos siempre ansia y dolor. Actúan con extrema crueldad, no muestran compasión hacia las personas”, dijo Diego Zavala, hermano del exsenador Fidel Zavala, quien también fue raptado por el grupo criminal y posteriormente liberado.
Asimismo, acotó: “queremos que se desmantele esto, queremos justicia. Hemos insistido, pero no tuvimos eco en otras administraciones anteriores, entendemos que debemos respetar la soberanía del vecino país, pero esta vez hemos tenido eco. Los responsables de los crímenes deleznables deben ser juzgados, traídos a Paraguay”.
Mientras que Obdulia Florenciano, madre del suboficial Edelio Morínigo, quien aún permanece secuestrado por los criminales, indicó que ya no sabe “qué decir, bastante ya sufrimos. Se cumplieron 10 años (del secuestro de su hijo) en este 2024. Quiero agradecer a todas las autoridades que han luchado con nosotros, la lucha continúa y a lo mejor llegará el momento en que venceremos y esto renueva mis esperanzas”.
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Agregó, además, que “estos criminales no se colocan en nuestro lugar. Son 10 años de dolor, en que extraño a mi hijo, de llanto, cada día miro su foto. Había perdido la esperanza, pero ahora de nuevo la tengo porque las autoridades están con nosotros, esto es importante, me dieron un corazón nuevo”, dijo.
Seguidamente, indicó: “estoy llevando mucho sufrimiento como mamá. Queremos ver las caras de estos criminales, inútiles y que paguen la pena que merecen”, dijo la madre del suboficial secuestrado.
La exsenadora colorada Mirta Gusinky, madre de Cecilia Cubas, víctima del EPP, puntualizó que “el 21 de setiembre del año 2004 fue secuestrada (su hija), estamos luchando por la justicia, muchos están en la cárcel, pero aún siguen muchos fuera”, aseguró.
Recordó que el crimen de su hija fue horrible. “Mi hija fue encontrada en un túnel en la ciudad de Ñemby, ella fue enterrada viva. Estos sujetos a quienes enfrentamos son crueles, ante todas las calamidades que cometieron, pedimos que sean sometidos a la justicia paraguaya, que los juzgue y si tienen que ser condenados, que sea con las penas máximas”, pidió.
Gusinky afirmó, además, que no piden nada injusto. “Lastimosamente no tenemos en Paraguay la cadena perpetua, llegan a cumplir la mitad de sus penas y ya tienen derecho a salir. Nuestras vidas dedicamos a la justicia y a las ansias de justicia. No sé si es mejor tener esperanzas de poder recuperarlos o ya no recuperarlos nunca más (a los secuestrados) y solamente conformarse que sean castigados (criminales EPP)”, lamentó.
También participaron de la conferencia realizada por el Ministerio del Interior y otras instituciones del sistema de seguridad paraguayo, las hijas del exvicepresidente de la República, el liberal Óscar Denis; y las del ganadero Félix Urbieta, ambos también secuestrados por el grupo criminal.