El pasado 4 de abril el Gobierno, a través de sus fuerzas de seguridad nuevamente ejecutó el operativo Joapy, que tuvo como resultado la expulsión de 25 reclusos de nacionalidad brasileña que se encontraban en las distintas penitenciarías del país, otro duro golpe para el crimen organizado. El comisario Nimio Cardozo, jefe del departamento de Antisecuestro de la Policía Nacional, dio detalles de este operativo que tuvo un resultado positivo, sin mayores inconvenientes, de acuerdo a su relato en entrevista para el programa Fuego Cruzado de GEN/Nación Media.
Cardozo, uno de los responsables de este operativo, explicó que esta nueva acción de las fuerzas de seguridad es un “enlace” del operativo Veneratio, que se ejecutó en la Penitenciaría de Tacumbú en diciembre del año pasado, con el objetivo de seguir avanzando en la lucha contra el crimen organizado y los efectos colaterales que esto implica en la sociedad.
“La operación Veneratio fue todo un desafío, si bien como unidad Antisecuestro ya veníamos hace tiempo trabajando con las Fuerzas Militares en la lucha contra el terrorismo en el Norte, en la FTC (Fuerza de Tarea Conjunta) en el Codi (Comando de Operaciones de Defensa Interna), traer en Asunción ese modelo, poder aplicarlo para poder trabajar juntos, cada uno dentro de la misionalidad que la Constitución Nacional nos da, fue una prueba de fuego”, indicó.
Explicó que para la ejecución del operativo Veneratio se generó un centro de fusión de inteligencia, donde cada unidad especializada dentro de la Policía Nacional, de las Fuerzas Militares, del Ministerio de Justicia, se reunieron y empezamos a trabajar en una misma dirección en cuanto a las cuestiones carcelarias.
“Es ahí donde nace y se da la autorización para el operativo Veneratio. Eso hizo que tengamos unas lecciones aprendidas, eso hizo que nosotros nos sentemos a ver cuáles fueron los inconvenientes que tuvimos, tanto desde el punto de vista de inteligencia, la planificación, la logística y nos dimos cuenta que los errores fueron mínimos”, detalló.
Operativo Joapy
De ahí nació el operativo Jaopy, que terminó con la expulsión de unas 25 personas de nacionalidad brasileña, miembros de las facciones más peligrosas como el PCC, Comando Vermelho y otros, sin embargo, antes de llegar a este resultado, se realizó un trabajo minucioso entre las autoridades paraguayas y de Brasil.
“Es ahí donde Brasil juega un papel sumamente destacado. Estábamos socializando los nombres con los cuales estas personas estaban condenadas en Paraguay, pero también tenían sus nombres reales, su nombre biológico en Brasil, venían acá con otra identidad. Se hizo un trabajo de inteligencia”, señaló el jefe Antisecuestro.
Se realizó una recolección de las huellas dactilares de todos los reos de nacionalidad brasileña de todas las penitenciarías del país. “Es ahí donde pudimos identificar y ahí empezamos a perfilar el nivel de importancia de esa persona, había gente que estaba en un proceso con una expectativa de pena de 7 a 9 años acá en Paraguay, pero en Brasil su condena era de 30 o 40″, detalló.
Finalmente, el comisario Cardozo sostuvo que los resultados de estos operativos se verán en unos meses, con la realización de un análisis, de estadísticas y la sensación de seguridad en la ciudadanía. “Yo creo que recién cuando realicemos un buen análisis en unos meses podemos ver lo que fue el antes y después de Veneratio, y un antes y un después de Joapy, las estadísticas y los números son los que van a decir. Una cosa son los números y otra es la sensación “, puntualizó.