El mandatario Santiago Peña anunció ayer sábado que el periodista Augusto Dos Santos se desempeñará como asesor ad honorem de la Presidencia de la República. El especialista en comunicación se desempeñaba anteriormente como Director Periodístico de Nación Media y ahora ejercerá labores de asesoría externa en el Gobierno nacional.
“Debemos tener una comunicación que llegue a la ciudadanía, no podemos desconocer la voz de la experiencia y Augusto ha sido una persona que tiene el mayor acervo, desde la creación de la Secretaría de Información y Comunicación (Sicom). Desde el 15 de agosto nos hemos animado a innovar y hemos incorporado gente nueva en el ámbito de la comunicación gubernamental”, expresó el mandatario luego de la designación de Dos Santos.
Además, Peña enfatizó en la necesidad de seguir construyendo un canal comunicativo integral sobre las gestiones del Gobierno, por lo cual elabora una fuerte apuesta por reforzar el factor comunicativo de la administración nacional. Con respecto a la Codena, indicó que las labores de Dos Santos resultarán vitales, entendiendo a la institución como un eje central que reúne a cada una de las agencias de seguridad del país.
Lea más: Libro de Feinmann reúne a líderes del mundo, autoridades y empresarios
Así, para el presidente de la República, el aporte de Dos Santos como asesor externo contribuirá al mejoramiento de la comunicación gubernamental, impulsando a su vez una labor que permita ir más allá de lo meramente comunicativo. Por otra parte, desde la Vocería de la Presidencia declararon que el rol del especialista en comunicación no estará relacionado con la institución en sí, recordando que brindará una colaboración de carácter externo.
Dos Santos se había desempeñado como asesor del expresidente Fernando Lugo, quien en su gobierno había impulsado la creación de la Sicom, el 27 de agosto de 2008, donde el comunicador se desempeñó como su titular. La mencionada institución tenía como misión central desarrollar estrategias comunicacionales que vinculen al Estado y la comunidad en la construcción de una comunicación eficaz.
Lea también: “En Latinoamérica, Paraguay es el mejor país para hacer negocios”, sostiene empresario
Dejanos tu comentario
Koki Ruiz, la élite derrotada y el arte en las manos del pueblo
- Por Augusto dos Santos
- Asesor político y comunicacional, escritor
- Fotos: Archivo
En “La desaparición de la santa”, de Jorge Amado, la imagen de madera de santa Bárbara, la del trueno, huye de su inminente misión sagrada al amarrarse el barco que la conduce hasta el puerto de Salvador de Bahía y, de un salto, corre y se sumerge en el caserío de marineros, bares y borrachos, prostíbulos y plazas bohemias buscando respirar el aire de la humanidad. No pude sino recordar esta maravillosa novela, tan bahiana y sincrética cuando trataba de configurar qué era lo más importante que nos deja Koki Ruiz a su muerte.
En más de 30 años de conocerlo y cultivar su amistad, creo que eso más importante es que Koki supo derrotar a los caballeros templarios del elitismo cultural y llevar a su pueblo campesino no solo la llama del arte, que ya hubiera sido suficiente, sino la creación del arte.
El legado más importante de Koki ha sido la fundación de una comunidad de hacedores de arte. Fui testigo, en los albores de los 90, de la “huida hacia el interior” de Koki cuando ya era un artista plástico célebre, que bien podría haberse quedado en la capital a cosechar el susurro lisonjero del vernis
sage semanal y las charlitas de arte con personas que no dejan de mencionar Europa. Pero a Koki no le interesaban los cenáculos culturosos, aborrecía el elitismo y las élites, ante lo cual, en vez de gozar del éxito de su obra pictórica en la centralidad de la todopoderosa Asunción, decidió dejar el mundanal fluido de autoelogios para refugiarse en el campo, rodeado de un pueblito de personas asentadas sobre una misma calle polvorienta, que en tales 90 terminaría llamándose Yvága Rape (Camino al Cielo).
EL “SONSERERO” DE MISIONES
En su propio pueblo, San Ignacio, Roque Ruiz Pérez, o Koki, pudo haberse sumergido en la siesta placentera de un “ilustre hijo del pueblo” mediante su apellido de linaje local preponderante mientras seguía cosechando éxitos de venta con sus pinturas generosamente escénicas y descriptivas, pero su espíritu inquieto no se detenía en el continente del lienzo que lo convocaba diariamente, sino necesitaba –y luego intentaría– producir intervenciones cada vez más rotundas en las comunidades del entorno, con razones muy simples y a veces con arrebatos, como su etapa de buscador de huellas prehistóricas, su concurso de árboles gigantes, la búsqueda de vestigios de un pasado cerámico, de lo cual también he sido testigo porque este episodio produjo uno de los diálogos más jocosos de Koki con un campesino de Santa María, Misiones.
Este señor, tras llevarlo a localizar el entierro de una vasija de barro de solo pocas décadas de entierro, se puso muy feliz con la recompensa de Koki y ante ello, en tono de valoración, le regaló esta calificación con la que le haríamos chanzas toda la vida: “Don Koki –le dijo–, usted es el gran sonserero de Misiones”. El “sonserero”, en el fondo, lo que estaba haciendo era reclutar campesinos y vecinos en general a la predisposición de colaborar con el todo cultural, deselitizando, también, desde tal perspectiva.
KOKI RUIZ Y TAÑARANDY FIRMAN SU AMISTAD ETERNA
Koki resignifica Tañarandy en lo que supone otra de sus obras cruciales, cuya resultante en dinámicas sociales merece un estudio sociológico y académico que quizás aún se demora o quizás ya exista y no lo conocemos. Pero no fue fácil el inicio y no estuvo exento de incidentes.
El artista produjo en la comunidad del entorno de su “Barraca” el escozor por la organización en torno al asunto estético. Primero mediante la generación de sentidos, reflotando un mito sobre un supuesto pasado de rebeldía del pueblo adyacente a San Ignacio, enfrentando a una historia indígena colaboracionista con los jesuitas con otra insurrecta. Acto seguido, organizó a los pobladores en relación con una consigna singular: que cada uno haga del frente de su casa una imagen de su pensamiento, oficio, sueño o temores.
Así aparecieron ventanas con escenas de cultivo en el rancho agricultor, de martillo y cuero en lo del talabartero, pero también de un plato volador y vecinos mirando para arriba a la misión extraterrestre en aquella familia que aseguró que la principal historia de ese hogar fue el avistamiento de un ovni. Hoy, fines de 2024, todas estas imágenes siguen allí, generosas, como fotografía de un corpus comunitario que decidió expresarse mediante la cultura. Ya no hablaremos de la pléyade de artistas plásticos que surgieron de a borbotones tanto desde Tañarandy como desde San Ignacio siguiendo a este flautista que no conducía a la muerte como en Hamelin, sino una nueva vida, a una vida en la que las personas podían reconocerse como artistas y retratistas de su propia vida y la multiplicación de ella en la relación social.
LA SEMANA SANTA EN TAÑARANDY
Koki Ruiz provenía de una familia con raíces profundamente insertas dentro de la fe cristiana y el culto católico. De hecho, San Ignacio, condición de punto de partida de la cruzada jesuítica hacia los 30 pueblos a partir de 1609, es una comunidad en la que tal sentimiento religioso está muy presente.
El establecimiento de la Semana Santa en Tañarandy, con la recuperación de los ritos tradicionales de los estacioneros, sus canciones dolorosas, la procesión igualmente lacerante y el montaje artístico de los cuadros vivos, más la poderosa escenificación del fuego de las candelas en todo el recorrido, despertaron en sus años iniciales cierta inquietud en la Iglesia local, que fruto de la explosión del cambio político de 1989 vivía un instante progresista elocuente, siendo una de sus expresiones el cuestionamiento a las formas tradicionales.
Sin embargo, este breve “roce” no sirvió sino para proyectar la iniciativa de Ruiz a un estamento aun superior desde que la vocación popular por tomar parte del evento fue una reacción aún más determinante que cierto desdén eclesiástico.
Probablemente fueron los tiempos cuando se produjo el momento cúlmine de la apropiación de San Ignacio y, obviamente, Tañarandy sobre la celebración. Las noticias y reportajes que durante todas estas décadas compiten con la calidad de las fotos y los videos hacen innecesaria la descripción de tal arte de combinar pasión popular con calidad.
EL ESCENÓGRAFO PRODIGIOSO Y LOS ACTORES SOCIALES
Varias veces le bromeábamos a Koki sobre la pertinencia de que se dedicara a la cinematografía. Su calidad para mover multitudes, colocar un ojo en el sitio donde se desarrollarán los cuadros, escalar su visualidad en la distancia y trabajar con los personajes eran de un arte teatral y cinematográfico. El día y
la hora señalada todo debía suceder en un tiempo acotado y sin errores, desde la procesión de la Dolorosa por Yvága Rape hasta los cuadros escénicos en la Barraca. Este era el primer conjunto de personas cumpliendo un rol, la actuación desde un lugar que combinaba fe, voluntarismo, aventura y, con el tiempo, naciente tradición. Otra actoría se hacía presente y a borbotones: los visitantes espectadores. Estos debían volver, decía Koki, convencidos de que todo lo que vieron se hizo en homenaje a ellos. Arte efímero, en dos horas todos volvían de Tañarandy con la sensación de haber visto dos horas conmovedoras, no importa si fuera la primera o la decimosexta vez que estuvieran viniendo. Lejos quedó aquella primera experiencia en la que un pequeño grupo de amigos y parientes de Koki observábamos el nacimiento de esta obra y todavía alcanzaban los termos de cocido y el oportuno mbeju para todos los concurrentes. Hoy tal logística constituye la tercera actoría e incluye hotelería, restaurante, transportes, agencias de turismo que ocupan miles de agentes emprendedores y empresarios, vecinos y voluntarios cuando la Semana Santa convierte a San Ignacio en ese sitio que visitar.
Una vez más, como cotidianamente, debía estar Koki charlando con su inseparable amigo Carlucho, cuando el celular sonó, a fines de 2014, y era la voz del Gobierno de Paraguay pidiendo una mano muy especial: “Queremos pedirte que te encargues de un altar para la visita del papa Francisco”. Y ese altar se hizo para julio de 2015. Pero, nuevamente, pudo haber sido una tarea solitaria de Koki y sus colaboradores y ya sería una obra histórica e inolvidable, pero el artista decidió que eso no era suficiente. Que la dimensión de este altar no estaría constituida por su alto y ancho, sino por la colaboración de miles de paraguayos, decenas de miles de paraguayos que colaboraron en su hechura. “Qué inmenso trabajo”, le dijo el papa argentino y Koki en ese instante pensó en su madre, Rosa, aquella que en una tarde de su niñez le pidió que pusiera arte sobre una torta de cumpleaños que acababa de concluir y, consumado el decorado, había dicho lo mismo: “Qué inmenso trabajo”.
Otro día de 2017 lo volvieron a llamar como viejo general afincado en el campo al que llaman para dirigir las más grandes batallas. Ahora se trataba de la canonización de Chiquitunga, María Felicia de Jesús Sacramentado, que se produciría en junio de 2018. Y Koki no solo lo hizo, sino lo consumó con ternura y belleza, con una misión comunitaria gigantesca colaborando y de nuevo “con un inmenso trabajo”.
Fue, probablemente tras el abrazo del papa, el mejor regalo de su vida: las 40.000 personas en la Olla coreando a ritmo de estribillo futbolero su nombre artístico: “Koki, Kokiii”. No es fácil despedir a Koki porque, hablando en paraguayo, “sabes bien que no se va a ir” de la memoria del pueblo.
Dejanos tu comentario
Asunción inicia su camino hacia los 500 años con el lanzamiento de la Comisión “Asunción 500 Años”
El presidente de la República, Santiago Peña, firmó el decreto que oficializa la creación de la Comisión “Asunción 500 Años”, marcando el inicio de los preparativos para conmemorar los quinientos años de la fundación de la capital en 2037.
El acto se llevó a cabo en el marco del cierre de la Feria Palmear, evento que revitalizó la emblemática Calle Palma durante todo el año, demostrando el impacto positivo de las iniciativas culturales y comunitarias en el Centro Histórico.
La ceremonia reunió a autoridades nacionales, líderes culturales, emprendedores locales y una multitud de ciudadanos, quienes destacaron el compromiso del Gobierno de Paraguay con la revitalización urbana y patrimonial de Asunción. “Estoy emocionado porque vi este sueño, ya desde antes del 15 de agosto cuando juré como mandatario. Mi querida Leticia Ocampos emprendió un trabajo enorme para volcar la pasión que tiene por la arquitectura, el amor que tiene por el arte y la cultura y volver a ver a nuestra querida Calle Palma relucir. No tengo ninguna duda de que su infancia en Lomas San Gerónimo jugó un enorme rol en querer ver brillar al centro”, comentó Peña.
Asimismo, manifestó que el Centro Histórico de Asunción debe ser un lugar de encuentro entre todos los paraguayos. “La gente cree que solo se trata de promover la actividad económica. Aquí se encuentra esa característica única de los paraguayos: la hospitalidad. Estoy con tremendo entusiasmo, pero no estamos satisfechos; queremos más; por eso hemos puesto la mirada en el año 2037, que parecería estar muy lejos, pero está a la vuelta de la esquina. Son 14 años de los cuales tenemos que prepararnos para que Asunción sea la ciudad más linda del mundo. Hay tiempo, tenemos la determinación y estamos decididos a hacerlo”, dijo.
La Comisión “Asunción 500 Años” es un organismo interinstitucional compuesto por representantes de instituciones clave como la Oficina de la Primera Dama, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, la Administración Nacional de Electricidad, la Secretaría Nacional de Cultura y la Municipalidad de Asunción, entre otras.
Lea también: IPS no excluirá a pacientes con enfermedades “catastróficas”
Su misión principal será diseñar y ejecutar un plan maestro que integre proyectos en infraestructura, conservación patrimonial, desarrollo cultural y participación ciudadana, asegurando que Asunción llegue a su 500º aniversario con su mejor imagen.
“Pasarán 3 gobiernos para que lleguemos al 2037, pero nosotros queremos comenzar ya desde este 2024 creando esta comisión que pueda trabajar con el sector público, el sector privado, el gobierno central y municipal para que Asunción sea la ciudad más linda, amigable y más interesante de visitar entre todas las capitales de América y del mundo”, mencionó el presidente.
Durante el evento, también se presentó el logo oficial de la comisión, un diseño que combina el Panteón Nacional de los Héroes y el río Paraguay, elementos que simbolizan la conexión entre la historia, la cultura y la proyección hacia el futuro de la ciudad. Este emblema será el estandarte que guiará las acciones de la Comisión en los próximos años.
Entre los proyectos anunciados para el 2025, destacan la modernización de la infraestructura eléctrica del microcentro, liderada por la Administración Nacional de Electricidad, que incluirá el retiro de cables aéreos y la construcción de una red subterránea de baja tensión. También se llevará a cabo la restauración de edificios emblemáticos como la Catedral de Asunción y la Recova, proyectos que buscan preservar el patrimonio histórico y dinamizar el entorno cultural y turístico del casco antiguo.
El lanzamiento de la Comisión “Asunción 500 Años” no solo es un hito en los preparativos para el aniversario de la capital, sino también una reafirmación del potencial transformador de la unión entre instituciones públicas, sector privado y ciudadanía. Con este esfuerzo conjunto, Asunción inicia su camino hacia el futuro con la mirada puesta en sus raíces y el compromiso de posicionarse como un referente regional en cultura, historia y desarrollo urbano.
“Es un renacer cultural y social”
La primera dama, Leticia Ocampos, promotora de la Feria Palmear y figura clave en la organización de este evento, expresó su orgullo por los logros alcanzados durante el 2024 y su entusiasmo por el trabajo que se realizará en los años venideros. “Estoy emocionada, esto empezó hace más de un año, la construcción de un sueño que hoy va tomando forma gracias a cada uno de ustedes. Me siento muy agradecida con cada una de las personas que me acompañan en esta misión y me han permitido ser una articuladora para alcanzar un hito importante para la revitalización de nuestro Centro Histórico de Asunción”, afirmó.
Ocampos siguió argumentando que mediante la firma de la resolución presidencial para la creación de la citada comisión se llega al cierre de un proyecto que representa no solo una mejora física en nuestro entorno, sino también un “renacer cultural y social para todos quienes amamos a esta ciudad que nos vio crece y sigue siendo el corazón vibrante de nuestra nación, Asunción. Este no es el final, sino el punta pie inicial para que cada sábado nuestra Calle Palma, eje de la capital de todos los paraguayos sobreviva, se llene de vibrantes recuerdos y genere emociones”.
Te puede interesar: Plantean revitalizar el Casco Histórico de Asunción mediante incentivos fiscales
Dejanos tu comentario
Egreso de 5.000 policías en el SND Arena
Dejanos tu comentario
Distinguen a 10 artesanos con la Medalla al Mérito “Maestros Artesanos” 2024
En el marco de la apertura de la Feria SoMOs, que se desarrollará hasta mañana domingo en el Centro Cultural del Puerto de Asunción, el presidente de la República, Santiago Peña, acompañado por la primera dama, Leticia Ocampos, participó en el acto de reconocimiento a diez artesanos con la Medalla al Mérito “Maestros Artesanos” 2024, otorgada por el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA).
Este homenaje se realiza de manera anual desde el 2019 con la intención de visibilizar a las personas que han dedicado y siguen dedicándose al oficio de la artesanía, transmitiendo sus conocimientos, la herencia recibida, el proceso y la tradición de la elaboración de las diferentes técnicas artesanales que son admiradas tanto en nuestro país como en el exterior.
“Reconocer a nuestros maestros artesanos es reconocer el alma de Paraguay. Hoy celebramos el talento, la dedicación y el legado de los maestros artesanos del Paraguay. Ellos son los guardianes de nuestras tradiciones, los artistas que transforman los materiales en obras que hablan de nuestra identidad y nuestra historia”, comentó el presidente Peña a través de sus redes sociales.
Podés Leer: Campaña “Navidad sin hambre” celebra su quinta edición
En esta ocasión fueron distinguidos como Maestros Artesanos: Daniel Ryta Jaku, oriundo de la ciudad de Naranjal y nominado en la categoría de madera pirograbada; Eliodoro Martínez, de la ciudad de Alberdi, destacado en la modalidad de cestería en fibra de karanda’y; Eugenia Shutaxijno Recalde, de la ciudad de Villa Hayes, especialista en cestería indígena en fibra de totora; y Fidelina Burgos de Britos, artesana de la ciudad de Piribebuy, nominada por su trabajo en la confección de poncho para’i de 60 listas.
Así también fueron condecorados Javier Francisco Yrigoyen, oriundo de Caacupé, especialista en orfebrería y metales; Hilda Ramona Dávalos de Caballero, de la ciudad de Carapeguá, artesana textil especialista en encaje; José Concepción Escobar Pacua, de la ciudad de Altos, especialista en tallado de timbó; Narciso Martínez Acosta, de Atyrá, artesano del cuero destacado en repujado y dibujo; Ortencia Mora, oriunda de Guarambaré, artesana del ñandutí; y Segundo Villasboa Morel, de la ciudad de Areguá, nominado en la categoría de cerámica.
Hasta la fecha, con esta distinción han sido premiados un total de 60 artesanos de diferentes modalidades y localidades de todo el país, recibiendo así un homenaje por parte del gobierno por su trayectoria y labor invaluable para la cultura y el arte nacional.
Lea También: En Tavapy se produjo un accidente automovilístico con saldo fatal