Por Macarena Duarte - macarena.duarte@nacionmedia.com.
En medio de las constantes negociaciones políticas, las asperezas comunicacionales y la diversidad de controversias suscitadas, la percepción ciudadana en torno a la clase política se ha visto envuelta entre el rechazo y la desconfianza. El especialista en psicología clínica Juan Torres, en contacto con La Nación/Nación Media, enfatizó en las repercusiones generadas por el conflictivo ambiente político actual, catalogándolo como un combustible para las divisiones sociales.
“En la esfera política actual, las luchas entre diferentes clases políticas son comunes, pero los constantes intentos de los diferentes actores políticos de desacreditarse mutuamente tienen consecuencias de gran alcance para la estabilidad del país y el bienestar de sus ciudadanos”, sentenció el profesional médico.
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Se puede inferir que la coyuntura actual influye, en cierto modo, no solo en el nivel de receptividad del ciudadano, sino también en su propia psicología social. Según Torres, se genera incluso una grieta entre las clases sociales, marcando una tendencia divisionista entre aquellos que acrecientan su repudio hacia la clase política y aquellos que optan por fortalecer su apoyo hacia determinados actores.
“Estos conflictos exacerban la polarización y las divisiones sociales, las cuales se amplían cuando los líderes políticos priorizan menospreciar al otro lado, en lugar de encontrar soluciones consensuadas. Los ciudadanos se ven obligados a tomar partido y socavar la confianza en las instituciones democráticas”, expresó el psicólogo, haciendo hincapié en la injerencia existente entre el ambiente político y la reacción ciudadana.
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Política y salud mental
Torres puntualizó que la lucha política prolongada afecta directamente la salud mental de las personas. Esto sin mencionar la incertidumbre política y el ambiente de confrontación, componentes que cataloga como aspectos posibles para reducir el sentido de comunidad y pertenencia, afectando negativamente a la población en el sentido psicosocial.
“La psicología social nos dice que la difusión de información errónea y calumnias afecta las percepciones y actitudes de los ciudadanos. Esto crea desconfianza y cinismo hacia la política y aleja a la gente del proceso democrático. Es importante reconocer las consecuencias negativas de estas confrontaciones y trabajar para crear un clima político más cooperativo y constructivo”, remarcó el especialista.
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Torres subrayó así que no se puede apuntar a un cambio integral, si tanto la clase política como la ciudadana se encuentran en situaciones completamente disonantes. Habló de la necesidad de impulsar mayor participación de la sociedad en el quehacer político, con conciencia y capacidad de análisis, aparte de generar también mayores exigencias sobre los actores políticos, sin excepción, apelando a una clase verdaderamente constructiva.
“Los líderes políticos deben promover el diálogo y la empatía y fomentar una cultura política basada en el entendimiento y la cooperación. Por otro lado, los ciudadanos deben ser críticos e informados y exigir a sus representantes la responsabilidad de respetar los intereses de todo el país; después de todo, solo mediante la participación activa y la participación ciudadana podremos construir un futuro político más justo, más inclusivo y más estable”, afirmó el profesional.