El vicepresidente segundo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), ministro Alberto Martínez Simón, se refirió a las acciones de connotación política o de presión social que se presentan en la instancia del Poder Judicial. Sobre estas situaciones, el magistrado indicó que la Corte, o los jueces deben, ajustarse a lo que establecen las leyes, que en muchos casos no van conforme a la opinión pública, a lo que algunos medios de comunicación llaman de “prueba de fuego”.
“Yo creo que todos los conflictos que ganan cierta trascendencia social, sean políticos o no, le ponen a la Corte y al Poder Judicial en una prueba a lo mejor de fuego, porque de acuerdo a lo que resuelva la Corte, o resuelvan los jueces, va a subir o no la credibilidad de la ciudadanía”, expresó en entrevista al programa “Arriba hoy” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
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Agregó que existen temas muy puntuales, y en algunos casos “la Corte y los jueces deben tomar decisiones absolutamente apegadas a la ley que no son populares, declarar la prescripción de un delito que tuvo gran connotación social, admitir o rechazar una cuestión de perfil político y la gran opinión ciudadana puede estar en contra de eso”, explicó.
Así también, el magistrado sostuvo que el Poder Judicial es un contrapoder, que debe fallar en casos que, tengan connotación y mucha incidencia ciudadana, y la acción se de muchas veces en contra de una opinión mayoritaria de la ciudadanía. “Lo juzga con un parámetro que no es necesariamente o no es por lo menos en todos los casos lo que dice exactamente la ley. Estamos obligados a fallar a través de lo que dice la ley independientemente de que ese fallo sea popular o no sea popular”, apuntó.
Jurisprudencia
Por otra parte, se refirió a la jurisprudencia que se debe mantener en algunos casos concretos, indicó que en algunos casos, se puede dar un cambio, sin embargo, la Corte y los jueces deben exponer explicaciones y argumentaciones claras para realizar un cambio en esa jurisprudencia.
“Hay que reconocer que en la inmensa mayoría de casos la jurisprudencia es estable, tenemos fallos firmes, fallos uniformes que van resolviendo las cuestiones, siempre de la misma forma y cuando hay algún cambio, porque puede haber cambios y es saludable que haya cambios, se tiene que explicar bien por qué, no porque litiga una persona cambiar la línea de jurisprudencial y después volver, no, eso da inestabilidad”, sentenció.