A partir de la catastrófica derrota de la oposición en las elecciones generales del 30 de abril de 2023, pese a que contaba con una plataforma de Concertación Nacional, con más de una veintena de nucleaciones, y que cedió una gran mayoría al Partido Colorado en el sistema político; este bloque sigue sin encontrar un camino para consolidar fuerzas y un perfil convincente. Para el analista Marcelo Duarte urge reencauzar el rumbo antes de que sea demasiado tarde.
“La situación en este momento es precaria y va a seguir así en tanto no se encuentre una actitud que haga que el electorado recobre su confianza en la oposición”, expresó Duarte en comunicación con el diario La Nación/Nación Media. “No se han podido consolidar en su arraigo popular, nuestro pueblo no tiene una conciencia política, se guía por la propaganda, entonces de repente hay un liderazgo que cae bien, pega y crece, pero es muy difícil que se consolide”, dijo.
“Cuando ese liderazgo, por alguna razón, desaparece, se enferma, muere o tiene problemas jurídicos, como fue el caso de (Payo) Cubas, que terminó preso, el partido pierde fuerza porque la gente no va porque cree en el programa porque raramente lo lee, sino porque está de moda”, agregó. También indicó que existe una degradación de la política a nivel general y esto debido a múltiples factores.
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La falta de liderazgos, fragmentaciones dentro de la propia oposición, organizaciones políticas que se forjan a partir de líderes efímeros, son algunas de las causas de la debilitada situación del bloque opositor. Además de esto, la política se vuelto un actividad muy costosa y la oposición no logra reunir un caudal económico que le permita financiar campañas, indicó.
“Esto sumado al deterioro moral del electorado que se da cada día más, esto no es nuevo, pero lo lamentable es que es creciente, se mueve en función del dinero al que accede para votar a tal o cual candidato. A este paso la política va a dejar de ser un instrumento para que la gente se exprese a través de su representante y se va a convertir en una herramienta para que las fuentes de poder, sobre todo el económico, sean los que vayan ganando terreno”, advirtió, a través de Nación Media.
La relevancia que va tomando el poder económico en las definiciones de las presentaciones políticas, han generado en otros países que los sectores delictivos se infiltren en las instituciones y financien candidatos, algo sumamente grave y que exige que se tomen medidas a nivel general, desde la oposición, los partidos políticos tradicionales, las entidades como la Justicia Electoral y el propio electorado que debe comprender que en cada elección se juega su bienestar.
El tercer espacio
Partidos como el Encuentro Nacional (PEN), Patria Querida (PPQ) o el Frente Guasú se constituyeron en fuerzas importantes en periodos anteriores, sin embargo, en esta era legislativa, el número de representantes en el Congreso de estas organizaciones políticas se vio gravemente disminuida, lo cual se debe a que no han logrado consolidarse como institución más allá de los liderazgos, señaló el analista.
“El Frente Guasu tiene una inclinación de izquierda, justamente esas posiciones extremas son las que de repente generan un entusiasmo y con el paso del tiempo o con la pérdida de un líder carismático, como es el caso de Fernando Lugo, o con el desgaste que han tenido en su imagen sus principales colaboradores, finalmente se esfuman”, refirió.
Hecho similar se produjo con Cruzada Nacional, la gran sorpresa de las últimas elecciones, movimiento que logró un gran caudal de votos por el interés que generó su candidato a la presidencia, Paraguayo Cubas. Sin embargo, hoy se encuentra fragmentado y sus legisladores difícilmente vuelvan a ser reelectos, apuntó.
“La gente que estaba colgada de su figura hoy está cosechando lo que puede, estamos hablando de cuestiones de beneficios económico, vota para lo que va a generar algún beneficio, alguna retribución”, manifestó y señaló que los partidos pequeños también están contaminados de los vicios de la política actual.