Hace 25 años, Cristóbal Espínola era un agricultor oriundo de un asentamiento de J. Eulogio Estigarribia (Caaguazú) que vino a Asunción para reclamar por un pedazo de tierra y, desafortunadamente, se convirtió en uno de los ocho mártires del “Marzo paraguayo”. Hoy, su familia recibió un título de propiedad del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).

“Cristóbal entregó su vida por su sueño que era conseguir un pedazo de tierra en la colonia que ahora lleva su nombre en el distrito perteneciente a la ciudad de J. Eulogio Estigarribia, donde siguen viviendo su familia y sus amigos, quienes lo recuerdan con cariño y admiración y lo tienen como héroe”, destaca la nota de prensa emitida por el ente que preside Francisco Ruiz Díaz.

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En un emotivo acto, uno de los cinco hijos del dirigente fallecido, junto a su viuda Dominga López de Espínola, recibieron sus títulos de propiedad de manos de Ruiz Díaz, dentro de la primera ronda de entrega masiva de títulos del Indert de este año, el pasado lunes 5 de febrero. En la ocasión se entregaron 200 títulos en Caaguazú.

Cristóbal Espínola tenía 35 años de edad y era miembro de la Federación Nacional Campesina (FNC), cuando el 22 de marzo de 1999 había llegado a Asunción con la marcha anual de dicho gremio. Junto a sus compañeros, se unió a la resistencia ciudadana en la plaza del Congreso, tras el asesinato del vicepresidente de la República, Luis María Agaña. Cerca de la medianoche del jueves 25 de marzo, el dirigente fue el primer herido fatal de bala de los francotiradores criminales.

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