El ministro del Interior, Enrique Riera, se refirió a los planes que existen alrededor de los diferentes penales del país con el objetivo de transformar la realidad penitenciaria. Indicó que la habilitación de los nuevos penales, la habilitación de celdas exclusivas para criminales peligrosos y una reforma en Tacumbú son los caminos a los que apunta el Estado.
“Se está buscando transformar Tacumbú en un lugar para procesados, usar las cárceles de máxima seguridad por ahora para descomprimir y apuntar en el mediano plazo a inaugurar las otras tres y construir nuevas de alta seguridad para los condenados, para los que tienen sentencia firme”, explicó Riera.
La habilitación plena de las dos penitenciarías en Emboscada y la de Minga Guazú, son prioridades del gobierno actual, manifestó el ministro del Interior, quien recordó que el expresidente Mario Abdo se fue sin cumplir esa misión, por lo que la administración de Santiago Peña entiende que contar con estos nuevos penales es clave para mejorar la situación en las cárceles.
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“El gobierno anterior se fue sin terminar la tarea y lo que se está haciendo ahora es utilizar las celdas de máxima seguridad que están dentro de las cárceles, son celdas 100 veces mejores de las que se tenían en Tacumbú en términos de seguridad. En una de ellas, en la de Emboscada, están los más peligrosos que habíamos sacado de Tacumbú (el clan Rotela)”, señaló ante la 650 AM.
Esta banda delictiva está custodiada por policías, funcionarios penitenciarios y el cuidado y control del perímetro está a cargo de militares. Riera recordó que cada uno de los tres penales cuenta con 82 celdas de máxima seguridad, por lo que al inaugurarse las tres unidades, se contará con capacidad para albergar a 246 criminales peligrosos, esto mientras se evalúa a la Región Occidental como destino para quienes tengan condena.
“Estamos apostando en líneas generales al Chaco como una posibilidad real para los condenados, a la par se está hablando de una transformación de Tacumbú, físicamente hablando la idea es que esa cárcel termine siendo para procesados y se pueda construir dos o tres juzgados bien protegidos para que no haya más esa transferencia de presos o que el juez venga a Tacumbú y haga una maratón de audiencia”, detalló.
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También se busca dar una solución al abuso que se ha dado de la prisión preventiva, lo que ha contribuido a la sobrepoblación penitenciaria, por lo cual el objetivo es agilizar todo el sistema de juzgamiento, evaluar alternativas a la prisión para aquellos que no representan un peligro para la sociedad y contar con mayor infraestructura para albergar a reclusos.