El ministro de Justicia, Ángel Barchini, se refirió sobre la ola de violencia que sacude a Ecuador ante el poderío del crimen organizado, que obligó al mandatario Daniel Noboa Azin a establecer un estado de excepción por 60 días a nivel nacional para combatir el flagelo y garantizar la seguridad.

“Lo que sucede en Ecuador era el futuro que le esperaba al Paraguay en 5 años más, si se seguía metiendo la basura bajo la alfombra, escondiendo lo que ocurre en las cárceles y no tomar la determinación política de enfrentar con la valentía y coraje a los grupos criminales”, indicó en una entrevista con el programa “Arriba hoy” emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.

El pasado 18 de diciembre, el gobierno de Santiago Peña desplegó con rotundo éxito en Tacumbú la operación denominada Veneratio, que tuvo como objetivo el fin de los privilegios y abusos de poder de las bandas criminales como el Clan Rotela en la citada penitenciaría.

“El presidente de Ecuador cometió el error de anunciar la declaración de emergencia penitenciaria y esto alertó e hizo que se puedan preparar las bandas criminales del narcotráfico y tengan hoy un daño colateral, siento mucho lo que está sucediendo, eso pudo haber ocurrido en Paraguay sin ningún problema, pero el plan llevado adelante con 3 meses de preparación tuvo resultados con un daño colateral mínimo, desarticulando la cabeza del Clan Rotela”, comentó.

Barchini nuevamente solicitó al Congreso Nacional el tratamiento inmediato de dos proyectos de ley referentes a la emergencia penitenciaria, esto teniendo en cuenta que en el transcurso de este miércoles se realizará la primera reunión de la Comisión Permanente, donde se decidirá convocar a sesiones extraordinarias a ambas cámaras del legislativo para dar trámite a la solicitud del alto funcionario de Estado.

Uno de los proyectos es la ley de la Orgánica Penitenciaria, que tiene media sanción de Diputados y busca establecer una estructura orgánica con derechos, deberes, prohibiciones y garantías para el desempeño de las actividades laborales de los agentes penitenciarios.

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La segunda propuesta se centra en la implementación de un régimen cerrado especial de máxima seguridad para la privación de libertad de personas de alto riesgo, que tiene como finalidad hacer una discriminación de los internos, de modo a que aquellos más peligrosos sean derivados a módulos especiales, conforme a los estándares internacionales.

“Nosotros subimos el primer escalón, pero hay una larga escalera que se debe subir, nos falta mucho. Estamos trabajando en equipo, desde que se realizó la operación en la cárcel, el índice delincuencial del barrio de Tacumbú y en esa zona del departamento Central, donde se tiene 90 mil jóvenes paraguayos sujetos a la droga, disminuyó en un 50 %”, sostuvo.

Por otra parte, se refirió a la situación de Armando Javier Rotela, líder del Clan Rotela, una de las mayores organizaciones criminales de origen paraguayo dedicada a la comercialización de droga y venta de armas.

“Él y su clan se encuentran aislados (en la cárcel de Emboscada), sin teléfonos, veintidós horas al día en una celda y sale a caminar hasta dos horas, si recibe visitas se le graba, está monitoreado las 24 horas del día”, comentó.

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