El presidente de Ferrocarriles del Paraguay S.A. (Fepasa), Facundo Salinas realizó una síntesis de lo que implica el proyecto de Ley de Tren de Cercanías, que en la última sesión ordinaria de la Cámara de Diputados logró finalmente media sanción, luego de un largo periodo de estudio y cuestionamiento por la clase política.
Indicó que más allá de los cuestionamientos que se dieron en el gobierno anterior, el proyecto ya viene siendo analizado incluso antes del 2014; pero no fue hasta que este gobierno “tomó los guantes” y asumió el liderazgo del proyecto que se pudo concretar la media sanción en Diputados.
Salinas estuvo invitado al programa Fuego Cruzado, que se emite por Canal GEN, donde explicó que el proyecto consiste en la instalación de un tren 100% eléctrico, transporte masivo de calidad que realizará viajes desde la ciudad e Ypacaraí a Asunción, con 7 estaciones proyectadas, más 26 paradas que serán como pequeñas estaciones que por el volumen de demanda no necesitarían grandes infraestructuras.
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Mencionó que lo que se busca absorber un volumen de 90 mil pasajeros por día, que sería la capacidad inicial, pero más que financiero fue en términos económicos/sociales, ahorro de tiempo, bajo incidencia en accidentes, menor tráfico, menor emición de CO2, y todo esto tramo Luque - Asunción, donde existe la gran concentración de demanda”, precisó.
Indicó que cuando se realizó el análisis técnico se analizó la factibilidad económica analizando costo-beneficio y esto arrojó un beneficio monetario de ahorro de 150 millones de dólares al año.
Explicó que el proyecto inicial tuvo sus modificaciones, como ampliar los plazos de financiamiento, por parte del Gobierno de Corea. “Unas de las modificaciones fue el aumento de la participación privada del 20 al 25 por ciento del consorcio del capital propio, lo que significa que arriesga más dinero, pero se incentiva a que sea más eficiente. Hoy lo que está en discusión es cuál es el plazo más largo que se puede obtener y el periodo de gracia en lo que va ser la deuda pública”, indicó.
Ejecutivo tomó el guante
Por otra parte, resaltó la diferencia que había entre el periodo actual y anterior, que llevó adelante el estudio del proyecto durante un largo tiempo, señalando que en el periodo anterior había una notoria falta de liderazgo del proyecto de Ley, teniendo en cuenta que fue una iniciativa parlamentaria; pero ahora las modificaciones introducidas fueron realizadas por el Ejecutivo.
“Por decirlo de una manera, el Ejecutivo recogió el guante y dice que este ahora es un proyecto del Ejecutivo donde él plantea las modificaciones y se sienta con el gobierno de Corea y dice vamos a negociar. Lo que yo vi antes es que había muy buena intención y voluntad, pero de manera aislada. No había una decisión total de decir que esto es un proyecto paraguayo, porque es Paraguay el que quiere un tren e incluso antes que vengan los coreanos ya se quería el tren, no se pudo concretar por diferentes razones”, indicó.
Mencionó además que el proyecto de tren de cercanías contempla además obras complementarias, la integración del transporte público al sistema de tren, porque va necesitar de alimentadores con sistema de buses en la que también Corea estará viendo cómo colaborar porque también forma parte del paquete de negociación.
Financiamiento
El presidente de Fepasa explicó que si bien no está definido el monto de inversión, se habló de ciertas cifras, pero podría ser menor, ya que se amplió la participación de capital privado, bajaría la participación de la deuda pública. Explicó que mirando la inversión global la participación del Estado sería en un 35%, además de capital propio de empresas paraguayas, que también contempla el contrato, estarán aportando el 25% del valor de la obra.
“El resto que queda a financiar se divide en dos una parte que es el Estado que entra con el 35% con la deuda, y el otro porcentaje unos 37.5%, sería deuda que toma el privado; pero sería la deuda contra el flujo del proyecto, es decir con recursos que genere el proyecto”, acotó.
Facundo Salinas indicó que a su criterio es el Gobierno el que debería establecer el costo de tarifa, porque si queda a cargo del sector privado podría dispararse y generaría muchos reclamos como ya ocurrió en el caso de los peajes.
En cuanto al retorno de la inversión indicó que se puede dar con el costo de la tarifa, pero además con el uso de la franja que tiene valor, porque el tren trae negocios asociados. “Si agarramos todo el ciclo de activos, se tiene una carga fiscal en promedio anual de unos 3,3 millones de dólares, que comparado con el subsidio del transporte público es mucho más eficiente y barato”, precisó.