A través del operativo Dakovo se pudo desmantelar un esquema de tráfico internacional de drogas que tenía sus tentáculos en Paraguay y que logró penetrar en las altas esferas de la seguridad nacional. La impunidad, el alto caudal de dinero que manejan las organizaciones criminales y la fragilidad de las instituciones han convertido al país en un punto estratégico para estas operaciones delictivas.
“El Paraguay se convirtió en el punto estratégico más importante para el tráfico de armas, están viniendo armas de Europa, antes era solo de Estados Unidos, ahora vienen de Croacia, Turquía Checoslovaquia, esto está a niveles del tráfico de drogas”, expresó Francisco de Vargas, exministro del Interior y de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
El exsecretario de Estado fue invitado al programa “Fuego Cruzado”, emitido por canal GEN/Nación Media, donde habló de la problemática que atraviesa el país en materia de crimen organizado, narcotráfico y tráfico de armas, negocios que mueven millones de dólares en la clandestinidad y que aún no han sido abordados con la rigidez que corresponde.
“No estamos dimensionando la magnitud de esta situación, ni las autoridades, la prensa ni la población en general lo cual es doblemente grave porque al no darle la debida importancia, obviamente las reacciones no van a ser de la misma magnitud que deben ser. Estamos hablando de que el crimen organizado ha inficionado las autoridades al más alto nivel de la República del Paraguay”, aseveró.
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El operativo Dakovo se inició hace al menos tres años y a través del mismo se descubrió que un excomandante de las Fuerzas Armadas y autoridades de la Dirección de Material Bélico (Dimabel) estaban involucrados y mantenían contacto con miembros de organizaciones criminales dedicadas a la venta de armas en el mercado negro.
“La ley orgánica de la Senad le habilita a investigar y perseguir todos los delitos conexos al narcotráfico y en este caso es innegable que el tráfico de armas es un delito conexo porque involucra las mismas rutas, los mismos actores, los mismos destinos. El otro motivo es la relación de confianza entre la Policía Federal y las autoridades de Brasil y la Senad por eso le tocó encabezar la investigación en Paraguay”, explicó De Vargas.
Infiltración al más alto nivel
El crimen organizado ha logrado infiltrarse en las más altas esferas de la seguridad de Paraguay, y una muestra de esto es que el Consejo de Defensa Nacional, el cual era integrado por el general Arturo González, procesado en el operativo Dakovo, se manejan informaciones sensibles y el mismo desde su cargo pudo haber cometido tráfico de influencias respecto a los funcionarios de menor jerarquía o para intereses personales.
La Interpol tampoco se salva de los hechos de corrupción dado que en una noticia relevante de las últimas semanas fue el levantamiento del código rojo para la esposa y secretario del sindicado narcotraficante Sebastián Marset.
“Estamos hablando de corrupción del más alto nivel, de pagos de sumas de dinero por obtener documentación irregular o peor, por acceder a la red informática de Interpol para que no figuren esas órdenes de captura y así sea evitada su ejecución”, remarcó el exministro y advirtió sobre los peligros de que Paraguay llegue a un nivel de criminalidad a nivel de México en la actualidad o de Colombia en décadas pasadas.
Una de las vías para contrarrestar esta situación es darle toda la fuerza posible a la Senad y a la justicia. Esto último es aún complicado debido a la decadencia del país en materia de justicia y a la politización de la misma. “Las políticas de prevención son buenas, pero no sirven si la reacción, el castigo a la trasgresión no es efectivo porque la falta de castigo genera impunidad y eso le da fuerza a los delincuentes”, dejó en claro De Vargas.