Con el anhelo de que “marque el inicio de un proceso de profunda transformación social”, según expresó el mandatario Santiago Peña, este jueves fue presentada la “Estrategia nacional de combate a la corrupción”, con la participación de las principales autoridades nacionales, en el salón Independencia del Palacio de Gobierno.

El documento de 68 páginas fue firmado por el presidente de la República, Santiago Peña; el vicepresidente Pedro Alliana; César Diesel, presidente de la Corte Suprema de Justicia; Emiliano Rolón, fiscal general de Estado; Raúl Latorre, titular de la Cámara de Diputados, y Camilo Benítez, contralor general de la República. Previamente también estuvo presente el titular del Congreso Nacional, Silvio Ovelar.

“Un país no puede renacer verdaderamente si no se enfrenta a la corrupción pública, un verdadero flagelo que azota a nuestros pueblos. La corrupción es un mal endémico, perverso que se asemeja a la Hidra de la mitología griega, cada vez que la atacamos, que parece que la derrotamos y cortamos la cabeza, crece otra con mayor fuerza. Perjudica a todos los sectores, pero especialmente a los más vulnerables, es una enfermedad que corroe el tejido social”, indicó el mandatario.

Asimismo, Peña volvió a ratificar que su gobierno impulsará una “lucha frontal contra la corrupción” y, como prueba, recordó la cumbre de poderes que impulsó el pasado 20 de agosto. “Todos coincidimos que la corrupción es un azote que requiere una actuación del Estado en forma coordinada, multidisciplinaria y transversal para su derrota. Abrazamos con gran entusiasmo la idea de luchar contra la corrupción cada uno dentro de sus respectivas esferas de competencia siempre respetando el principio de equilibrio de poderes”, comentó.

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Señaló que el Paraguay logró avances importantes en la lucha contra el flagelo en los últimos años, con cambios profundos en la administración pública en la búsqueda de alcanzar un Estado más transparente resaltando como ejemplo la Ley de acceso a la información pública, al cual calificó como una norma moderna y vigorosa.

“Hace casi 10 años garantiza la absoluta transparencia gubernamental. Esta ley da protagonismo a la ciudadanía y a los medios de comunicación en su rol de contralores de la política pública, pero no es suficiente, que la ciudadanía espera y merece más. No son suficientes los esfuerzos del Estado cuando se encara de manera solitaria, una verdadera lucha contra la corrupción requiere de una acción colectiva donde tenga participación todos los estamentos de la sociedad”, refirió.

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