Manuel Alarcón, exviceministro de Economía, habló acerca de la distribución del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2024, afirmando que el Gobierno busca dar un ejemplo de eficiencia. Adelantó que para observar resultados efectivos, en 2025 se podría llegar a vislumbrar un cambio considerable en torno al reordenamiento del Estado, si sigue el mismo enfoque.
“La señal que dio el gobierno es de que vamos a racionalizar el gasto público y ser más eficientes, haciendo exactamente lo mismo, pero a un menor costo. En la práctica, aún no podemos determinar la efectividad de esto porque no contamos con los elementos”, expresó en el programa “Fuego Cruzado” por GEN/Nación Media, agregando que al menos en torno a la planificación administrativa, ese es el parámetro a seguir.
Por otra parte, remarcó que no se observarán cambios sustanciales en torno al direccionamiento del PGN. Catalogó así el presupuesto como uno incremental porque se deja entrever un mensaje de priorización en torno a las áreas de salud, educación y seguridad, pero manifestó que eso no puede quedar únicamente en un discurso estatal, pues debe observarse un presupuesto bien constituido para dichos sectores.
“En el marco de generación de expectativas, las señales son muy apropiadas, constituyéndose como hoja de ruta. Lastimosamente, al presentar el PGN, se desdicen algunas cosas y creo que se entró en contramano”, señaló, afirmando que para la administración central quedará la necesidad de reorganizarse en torno al mejoramiento del gasto público y los procesos de recaudación.
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Desafíos pendientes
Para el exviceministro de Economía, el Gobierno seguirá manteniendo como materia pendiente ejecutar más tareas en torno al gasto público. Expresó que por mucho tiempo el interés del Estado se centró en potenciar los ingresos, dejando de lado el mejoramiento del gasto público; no obstante, reconoció que se ha logrado generar ingresos tributarios de suma relevancia, negociando incluso los ingresos no tributarios en distintos periodos.
“Pero nos pasamos creando superestructuras, por ejemplo, pasamos de una estructura de 11 ministerios, a una de 19. Además, hemos triplicado el número de secretarías dependientes de la presidencia de la República y las entidades descentralizadas se han duplicado; así, generamos más burocracia y no terminamos de elaborar las tareas requeridas porque se observa más gasto rígido”, refirió.
Indicó que una acción clara del Gobierno, a partir de ahora, debe estar fijada en pausar esa línea de malgasto público. Al respecto, observó con altas expectativas el enfoque del presidente Santiago Peña, destacando la manera en que el mandatario demuestra que seguirá el camino de la reorganización del Estado.
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Estructuras del Estado
El exviceministro manifestó que los aumentos más significativos, que alcanzan un 10 %, se dieron en el Poder Ejecutivo, pero dentro de esa observación se debe analizar a dónde fueron derivados los incrementos y en base a qué: estuvieron dirigidos al Ministerio de Economía y Finanzas, luego de que se recorten ciertos montos a otras carteras como Agricultura y Ganadería.
“Hay varias razones del aumento en Economía, por un lado, se encuentra el hecho de que el servicio a la deuda se paga en dicho ministerio. Esto sin mencionar el aumento de las transferencias a las familias en situación de vulnerabilidad. Por otra parte, falta hacer el resto de acciones claves, como la estructuración de otras entidades estatales”, subrayó.