El pastor José Insfrán se presentó por la mañana de este jueves en la Fiscalía Antinarcóticos, en Asunción, luego de permanecer prófugo desde febrero de 2022, cuando se desplegó el megaoperativo A Ultranza Py. “Él manifestó que en una sola ocasión el señor Sebastián Marset fue invitado para participar de un retiro”, expresó el abogado de Insfrán, Daniel Lobos, ante la prensa, consultado por la relación con el presunto narco uruguayo, actualmente prófugo en la misma causa.

Al momento de iniciarse la serie de procedimientos de A Ultranza Py, Insfrán fungía como pastor de la iglesia denominada Centro de Avivamiento de Curuguaty, en que activaba el entonces diputado Juan Carlos Ozorio, que en marzo de 2022 fue enviado a prisión dentro de las investigaciones contra el narcotráfico. En el mencionado operativo fue detenido Conrado Ramón Insfrán, hermano del pastor, mientras que otro de los hermanos, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, sindicado como presunto socio de Marset en la organización criminal, fue detenido en febrero pasado en Brasil y extraditado en mayo al país, actualmente recluido en Viñas Cué.

Insfrán fue trasladado a la Secretaría Nacional de Antidrogas (Senad) y solo aguarda la notificación de la Fiscalía para el día de imposición de medidas. La defensa del acusado remarcó que el pastor se entrega ante la Justicia debido a su deseo de aclarar su causa penal, esto aparte de aclarar que Insfrán nunca salió del país, recordando las denuncias de Migraciones sobre este hecho.

Por otra parte, en contacto con la 780 AM, el abogado de Insfrán comentó que su defendido ha decidido presentarse este jueves debido a que teme por la integridad de su seguridad fuera de la cárcel, enfatizando en que la urgencia lo llevó a tomar esta decisión. Expresó incluso que ha recibido amenazas de muerte.

“Él tiene la voluntad de colaborar con la investigación y deslindar responsabilidades con la Fiscalía. No solo hablará de las amenazas que estuvo recibiendo, sino de todo; él alegó que la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la Senad estaría comprometiendo su seguridad y extraoficialmente dio los nombres, estas personas podrían ser exfuncionarios”, refirió el abogado.

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Con respecto a las incautaciones realizadas, el defensor aseguró que no constituyen suficientes pruebas para enmarcar la conducta de Insfrán en el hecho penal de lavado de dinero. Así también, señaló que su defendido asegura atravesar una persecución política con la causa llevada a cabo.

“Me manifestó que no se entregó en su momento porque temía el trato que podría llegar a recibir. Esto teniendo en cuenta la situación en la cual se encuentra su hermano, Miguel Ángel Insfrán, sobre quien podría decirse que recibe un trato cruel por parte de la propia juzgadora; todo esto representó para él una muestra de que podría no estar seguro en la causa”, expresó Lobos.

Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, ya se encuentra procesado en el marco del operativo A Ultranza Py. Es considerado líder de una organización criminal y se encuentra recluido en el penal de Viñas Cué; solicitó a su defensa la revisión de medidas cautelares, para lo cual se había fijado una audiencia para esta mañana. Por su parte, Sebastián Marset, quien también está investigado por la causa A Ultranza, sigue prófugo de la justicia.

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