Francisco Alcaraz, coordinador del proyecto «Más Ciudadanía, Menos Corrupción» de la oenegé Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), liderada por Agustín Carrizosa Gubetich, rechazó que en la fundación se realice repartijas de honorarios a clanes familiares con dinero proveniente del Estado.
El gobierno de Mario Abdo Benítez, había destinado la suma de G. 6.093 millones para la mencionada oenegé con la finalidad de impulsar el proyecto de “Reactivación económica poscovid” para la capacitación y fortalecimiento de las Mipymes.
Sin embargo, una investigación de la Unidad de Investigación de Nación Media reveló que esta oenegé, una de las más antiguas en nuestro país, ejecuta astronómicos presupuestos con el erario público. Se develó que el clan del presidente de la organización y el coordinador de proyecto anticorrupción figuran con jugosos cobros en un proyecto de reactivación económica poscovid de G. 6.093 millones.
La iniciativa, que terminó funcionando como una agenda de empleos mediante el festín del dinero público, fue lanzada por la entonces ministra de Trabajo Carla Bacigalupo, junto con Alfredo Mongelós, secretario técnico de Sinafocal.
“Veo que se maneja el hecho de que el CIRD trabaja con Sinafocal. En verdad Sinafocal es una institución pública del Estado paraguayo que ofrece los servicios de capacitación en todo el país y por estatuto no brinda servicios con personal público, lo hacen de manera tercerizada mientras que por ejemplo el Servicio Nacional de Promoción Profesional que tiene la misma función que Sinafocal tiene docentes del sector público y brindan servicios de capacitación por personal público”, dijo explicando el relacionamiento con el ente.
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En entrevista con radio 1140 AM, Alcaraz mencionó que el Sinafocal se encarga de convocar a concursos y se “presentan los institutos, universidades o centros de capacitaciones para venderle un servicio. Uno de los recursos propios del CIRD es el instituto CIRD que está reconocido por el Ministerio de Educación, entonces, se presenta en Sinafocal, firman un contrato y brinda servicios de capacitación, o sea, no existe un honorario para nadie en específico, sino que se le vende un paquete a Sinafocal como lo hacen los demás centros de capacitación”, justificó el millonario pago.
Alcaraz indicó también que el CIRD, al pertenecer al sector privado, posee libertad contractual, “entonces no se puede decir que por cada persona que contrató una empresa privada es un honorario del Estado. El CIRD tiene que contratar todo lo que sea necesario para poder satisfacer el servicio, el anexo del personal así como los montos no son responsabilidades de la Sinafocal”, dijo en defensa de la repartija de sueldos en familia, aprovechando el convenio financiado con dinero público.
El hijo de Alcaraz, el docente Carlos Francisco Alcaraz, también al igual que la hija, la pareja y cuñada de Carrizosa, figura con varios cobros de jornales a través de una ONG que también participa en el citado proyecto, dando charlas con dinero recibido para el financiamiento de esta iniciativa.
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