Guillermina Imlach, titular de la Asociación de Mipymes (Asomipymes), se refirió al festín que se realiza desde las oenegés con el dinero estatal, tras darse a conocer la repartija de una millonaria suma equivalente a G. 6.093 millones para un solo clan familiar, miembros del Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD).
El dinero fue destinado a un proyecto de “Reactivación económica poscovid” lanzado el pasado año para la supuesta capacitación y fortalecimiento de las Mipymes. El esquema fue publicado por la Unidad de Investigación de Nación Media.
“Es increíble ver estos montos, pero ¿dónde están los resultados? Yo no veo ningún impacto que haya otorgado todas estas capacitaciones, no se ve nada. Estos son parches, no hay una política pública para que alcance a todos. No nos llega nada y no tenemos espalda para aguantar”, dijo durante una conversación con el programa “Arriba Hoy”, emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
La iniciativa, que terminó funcionando como una agenda de empleos mediante el festín del dinero público fue lanzada por la entonces ministra de Trabajo Carla Bacigalupo, junto con Alfredo Mongelós, secretario técnico de Sinafocal, y el titular del CIRD, Agustín Carrizosa Gubetich, cuyos familiares son altamente beneficiados.
“El dinero pudo servir como capital semilla. Un emprendedor que tiene que empezar un negocio no tiene donde prestar dinero, nadie quiere financiar sueños, dicen desde los bancos y financieras, ese dinero se pudo haber dado a los emprendedores para poder hacer sus negocios”, lamentó.
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Los beneficiados mediante reiterados cobros de honorarios por “consultorías, asesorías e investigaciones” son: Paola Carrizosa Bradshaw, hija del presidente de la ONG, María Berta Rojas Aveiro, pareja de Carrizosa y Marta María Rojas Aveiro, que es hermana de Berta y, por ende, cuñada del presidente del CIRD.
“¿De qué sirven todos estos proyectos astronómicos y teóricos si en la práctica esta gente (Mipymes) sufren en la realidad porque no tienen fuente de financiamientos para seguir con sus negocios? Lo que vemos acá son proyectos teóricos en donde está toda una familia con un esquema de negocios, se está manteniendo prácticamente una agenda de empleo con el dinero público”, dijo la periodista Rossana Escobar, jefa de la Unidad de Investigación de Nación Media.
“¿Qué se está haciendo con el dinero público?“
El CIRD es una institución que tiene infinidad de convenios con diferentes entidades del Estado, administra proyectos sociales muy sensibles en el rubro de Salud, gestión pública, trabajo, además de reivindicar la transparencia y el combate a la corrupción con iniciativas de debate que cuestionan la discrecionalidad, el tráfico de influencias del poder político que saca provecho y privilegia a su entorno, etc.
“Toda la estructura de estas oenegés están mantenidas por el Estado, entonces para qué tenemos las instituciones. Mientras existen personas que sufren una realidad, por ejemplo con solo el protocolo para acceder a los créditos, ¿qué se está haciendo con el dinero público? Acá se está hablando de jugosos honorarios que rondan por los G. 17 a 12 millones. ¿Quién controla cuántos honorarios se llevaron esta gente? Acá se está teniendo una suerte de administración paralela y costeamos doblemente lo que es el funcionamiento del Estado”, sentenció.
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