El presidente de la Empresa de Servicios Sanitarios (Essap), Luis Fernando Bernal, informó que en la institución se detectó una superpoblación de funcionarios, en su mayoría vinculados al área administrativa, que fueron incorporados en el gobierno del exmandatario Mario Abdo Benítez. Denunció que varios de ellos ni siquiera han cumplido con sus funciones.
“Tenemos una superpoblación de funcionarios administrativos y lo que más necesitamos son funcionarios operativos, de campo, para ofrecer un servicio de calidad a los usuarios. Se hizo un relevamiento de datos y aproximadamente 700 personas han ingresado en los últimos 5 años en la Essap, esto es mucho”, dijo a “Arriba hoy”, emitido por GEN y Universo 970 AM.
Bernal manifestó que tomará todas las medidas administrativas necesarias para salvaguardar la situación económica de la Essap y garantizar de esa manera un servicio eficiente y de calidad a la ciudadanía.
“En los próximos días procederemos a las desvinculaciones de la mayoría de los funcionarios, sin afectar el funcionamiento institucional, técnico y administrativo. En muchos casos, a estos funcionarios no se los ubica y en otros casos difícilmente se pueda detectar si son planilleros, teniendo en cuenta la cantidad de sucursales y la funcionalidad de la Essap. Cualquiera puede ir a marcar, esperar unas horas, luego va a su casa y retorna para marcar su salida”, comentó.
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“Hay hacinamiento”
Agregó que implementará desde la Dirección de Recursos Humanos un estricto control sobre la asistencia de los trabajadores del ente sanitario. “Con el uso de la tecnología se exigirá la presencia y el trabajo efectivo de los funcionarios. Hay una superpoblación, no tenemos espacios físicos, hay un hacinamiento también en la propia central. Esto es una medida que se debe tomar”, puntualizó.
Racionalizar recursos
Bernal comentó también que la política de austeridad se aplicará en las compras públicas que realice la Essap, teniendo en cuenta que su funcionamiento depende del 100 % de sus recursos propios, por la prestación del servicio, es decir, no recibe capitalización por parte del Gobierno central.
“No podemos permitir que el servicio se vea resentido si no se hacen las inversiones, nuestro fin es precautelar el interés general de los 380.000 usuarios que tenemos, no podemos seguir sin hacer cortes respectivos, no solo en materia de recursos humanos, sino en racionalización de compras”, sostuvo.