El senador Gustavo Leite se refirió al estudio del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024 en el Congreso Nacional y a la necesidad de aprobarlo a libro cerrado, ya que es imperante solucionar el desfalco financiero ocasionado por la administración del exmandatario Mario Abdo Benítez. El PGN remitido por el Ejecutivo es de G. 112,5 billones, pero existen solicitudes de aumentos que ascienden a USD 306 millones, en su mayoría para subas salariales.
“El único que sabe cuánta plata más o menos va a recibir es el Ministerio de Economía y Finanzas, en realidad, la Dirección de Ingresos Tributarios nos dice sobre qué trabajar el presupuesto. Cuando envió el presupuesto al Congreso, el ministerio nos dijo con esto nos vamos a tener que arreglar durante este periodo y mientras arreglamos la casa”, sostuvo.
Leite hizo hincapié en la deuda flotante de USD 600 millones contraída con las farmacéuticas y las constructoras, que obligó al gobierno de Santiago Peña a remitir al Legislativo la iniciativa por la que se autorizan medidas extraordinarias de gestión para las finanzas públicas. Este proyecto de ley continúa pendiente de tratamiento, ya que requiere una autorización de endeudamiento (250 millones de dólares por medicamentos y 350 millones de dólares por obras).
“De lo contrario, el año que viene los USD 600 millones de dólares (préstamo) serán USD 1.000 millones y en el año 2025 alcanzarán USD 1.500 millones. Yo aprobaría el presupuesto a libro cerrado. Le daría el beneficio de la duda al administrador, en este caso, el Ministerio de Economía y Finanzas, con lo que le dice la Dirección de Ingresos Tributarios qué va a recibir (recaudaciones) y luego me sentaría con cada una de las instituciones para ver qué se puede cortar y reasignar”, afirmó en la 730 AM.
Recortar gastos superfluos
El parlamentario dijo que expuso a sus colegas la posibilidad de reasignar un total de USD 265 millones para educación y salud mediante la realización de una serie de recortes en viáticos y movilidad, asesorías e investigaciones, consultorías, honorarios profesionales, servicio de catering, entre otros.
Mencionó que su propuesta surgió en base a un estudio sobre el plan de gastos del año 2022 y agregó que un total de USD 165 millones pueden ir destinados al sistema de la salud para la compra de medicamentos y USD 100 millones a los programas de alimentación escolar.
“Se debe aprobar el presupuesto a libro cerrado y hacer los cambios dentro de lo que fue aprobado, no por arriba de lo que nos propone el Ministerio de Economía y Finanzas”, insistió.