El ministro de Economía argentino, Sergio Massa, visitó nuestro país y llegó a un acuerdo sobre el cese temporal del cobro de peaje en la hidrovía para buques con bandera paraguaya. No obstante, el Ministerio de Transporte del vecino país comunicó que seguirá vigente la tasa de USD 1,47 por tonelada de carga. Para el senador Gustavo Leite, Paraguay debe reivindicar su postura de rechazo, sin doblegarse.
“Esto deja muy mal a ambos países porque Massa, siendo además candidato presidencial por el oficialismo en Argentina, llegó a un acuerdo con nuestro país y se supone que es una voz del gobierno actual. Esto también deja mal a las autoridades paraguayas porque se había anunciado con mucha expectativa que se solucionaría de manera momentánea este impasse con el vecino país”, expresó al respecto el senador, en contacto con La Nación/Nación Media.
Leite, quien además se desempeña como presidente de la comisión asesora de Relaciones Exteriores, puntualizó que ahora más que nunca el país debe seguir actuando de manera tajante, dejando a la cabeza el factor diplomático y apelando a la unión de cada uno de los afectados por el cobro unilateral del peaje.
Para el parlamentario, resulta esencial reivindicar los tratados internacionales que impiden este tipo de disposiciones, aparte de exigir a Argentina la presentación de sus argumentaciones para fundamentar el sostenimiento de un peaje ilegal.
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“Desde el Senado ya hemos brindado nuestro pleno respaldo al gobierno y lo seguiremos haciendo porque esta es una causa de todos los paraguayos. Además, en mi carácter de presidente de la comisión, propiciaré reuniones con nuestros pares de Argentina sobre este tema y también en lo referente al tráfico vecinal fronterizo; yo creo que si mancomunamos nuestros esfuerzos podríamos llegar a buenos términos en cada uno de estos temas”, señaló Leite.
Con el objetivo de llegar a construir una mesa de trabajo diferente sobre lo referente a la hidrovía, Leite resaltó como una salida interesante la posibilidad de instalar una institución como representante de los intereses de los cinco países involucrados en el mencionado espacio regional, con el objetivo de contar con una autoridad real que se encargue de diseñar un plan en torno a la hidrovía para convertirla en una verdadera ruta de agua con obras que ayuden a la navegación.