El presidente electo Santiago Peña compartió su historia familiar que lo vincula con la Argentina, principalmente a través de su madre, en la entrevista que ofreció al conocido conductor argentino Marcelo Tinelli, que visitó el país el 2 de agosto pasado. La nota se emitió este domingo último por A24, en la que hablaron de los viejos programas de “Videomatch” y “Showmatch”. “Argentina ocupa un lugar muy especial”, confesó el economista paraguayo.
Peña recordó que su papá había ido a un liceo en Argentina, donde finalmente conoció a su mamá; luego sus padres se casan y nacen sus dos hermanos, pero tras la temporada de hiperinflación que afectó enormemente a la vecina nación, deciden venir a Paraguay para seguir construyendo a la familia.
“Eso fue en la década del 70, en la cual el Paraguay estaba mucho más atrasado de lo que estamos hoy, pero se terminaron quedando por casi 50 años. Mamá siempre se encargó de mantener el vínculo entre nosotros; además, ella también trae a mi abuelo al país, quien fue una influencia muy positiva para mí, sin mencionar los lazos que hemos cultivado con mis primos, gracias a mamá”, resaltó.
Remarcó que todos estos factores que estrechan su relacionamiento con Argentina, sumado a la estima de su mamá hacia sus raíces, hacen que se sienta unido en cierta medida con el vecino país y siga fortaleciendo su sentido de cercanía. “Quiero que Paraguay y Argentina puedan reforzar sus vínculos aún más, sea en la política, los negocios o el espectáculo, porque ambos países son maravillosos”, indicó el mandatario que asumirá el cargo este 15 de agosto.
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La familia de Peña
Con respecto a su vida fuera del foco público y lejos de la política, Peña dijo que trabaja para que nada cambie con su familia, en su rol como hijo, padre y esposo, remarcando que uno de los aspectos sumamente necesarios es mantener su esencia, sin dejar que las responsabilidades asumidas transformen lo que es como persona.
“Mi esencia es aquel Santi de 12 años y lucho para mantenerlo y nunca cambiarlo. Lo que se ve es lo que soy y esto también me dio la tranquilidad para enfrentar la paternidad, construir una familia, estudiar, salir a trabajar y sostener una familia, lo cual ha sido a lo largo de 27 años un esfuerzo constante”, señaló.
Así también, se caracterizó como un optimista por naturaleza, alguien que pretende ver lo positivo no solo en el plano político, sino también en su día a día como padre de familia. Dentro de todas las adversidades inevitables, remarcó que lucha para que en él nunca se apoderen el odio ni el rencor, teniendo en cuenta la contaminación generada por esos sentimientos.
Forjado por el deporte
“Me atacan de todos lados, pero tengo una gran facilidad para no responder al ataque y lo que creo que formó mi carácter fue el deporte. El rugby te enseña a no reaccionar y eso siempre me marcó: la adversidad, las derrotas y la necesidad de recuperarte rápido. Esto me llevó a no perder el foco en las cosas verdaderamente importantes”, señaló Peña sobre su forma de ser y capacidad de resiliencia.
Mencionó que estos factores los mantiene no solo en el plano público, sino también en el privado, reconociendo que hay peleas sin posibilidad de victoria, pero en las cuales finalmente importa más las enseñanzas cosechadas y saber cómo seguir manteniendo la templanza y la esencia.
“Esto en el plano político es muy útil porque acá muchas veces se entra en peleas. Por ejemplo, durante muchos años Mario Abdo Benítez y yo fuimos grandes adversarios políticos, pero yo siempre busqué seguir para adelante, sin dejar que los dichos de él o de cualquier otra persona me afecten; sin embargo, allí se trata también de la paciencia que uno pueda tener y la capacidad para escuchar”, subrayó Peña.
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