En el desarrollo del encuentro de integración Binacional de Mujeres de Itaipú, llamó la atención la presencia en el escenario de Gerardo Soria, funcionario de la Itaipú Binacional, quien había sido denunciado por acoso sexual y laboral. El mismo participó del evento que se realiza en el marco del 1° Encuentro de Integración de Mujeres Latinoamericanas.
La denuncia en contra el funcionario de la binacional se hizo pública el año pasado, sin embargo, Soria sigue participando sin inconvenientes en actividades como esta, donde se destaca la labor de la mujer. La nota que contenía la denuncia presentada ante la Defensoría de Itaipú, en ese entonces, señalaba “acoso sexual y laboral” contra el empleado Gerardo Atanasio Soria Dávalos, lo que en teoría derivó en un sumario administrativo al alto funcionario que fue instruido en octubre del 2022 por el director jurídico, Juan Rafael Caballero.
Según el dictamen, emitido en ese entonces, el fin era “investigar el hecho denunciado y deslindar la eventual responsabilidad por la comisión de las presuntas irregularidades en el desempeño de sus funciones”; pero todo se esfumó entre cuatro paredes, ya que en ningún momento trascendió alguna sanción contra el denunciado y menos una aclaratoria del caso desde la entidad binacional.
Sin embargo, en febrero de este año, el funcionario fue sobreseído de esta denuncia, bajo el argumento de falta de pruebas. En el informe de la Dirección Jurídica, “se concluyó que no han existido elementos probatorios para acreditar la veracidad de la denuncia, consecuentemente el sumariado fue sobreseído”.
“Jefe de escritorio”
Este no es el único caso, o por lo menos la única denuncia en contra de Soria, el mismo también es conocido como el “jefe de escritorio”, ya que fue asignado al cargo en plena pandemia, y luego fue ubicado en un puesto más serio y pasó a tener funciones como director de Responsabilidad Social de Itaipú con un ingreso base de G. 52 millones al mes.
Según sus últimas declaraciones juradas de bienes presentadas a la Contraloría General de la República, el funcionario tiene además ingresos en concepto de intereses cobrados, lo que sugiere que se dedica al negocio crediticio, aunque no especifica de dónde proviene ese importe que percibe y que al año suma G. 252 millones, esto ya había sido publicado por el equipo de investigación de Nación Media.