Por Macarena Duarte, macarena.duarte@nacionmedia.com
El Partido Cruzada Nacional, liderado por el excandidato presidencial Paraguayo Cubas, logró posicionarse como la tercera fuerza política en el caudal de votos tras las elecciones generales de abril pasado, desbancando a nucleaciones como Frente Guasu y Patria Querida. No obstante, pese a su innegable alcance electoral, el grupo de Payo Cubas atravesó una temprana serie de discordancias internas que, solo en el Senado, los cinco escaños obtenidos se redujeron a solo dos bancas.
En la Cámara de Diputados, donde Cruzada Nacional logró llevarse cuatro curules, aún no se está observando ninguna fragmentación llamativa, pero algunos parlamentarios ya comienzan a hacer sus reservas, dejando entrever que la unidad no es el camino a ser priorizado entre los referentes partidarios, sino la apuesta por la individualidad, e incluso iniciativas por fuera de la bancada.
Lea más: Cruzada Nacional se desmembra: Payo confirma la salida de Delgado y Aquino
“Todos mantenemos nuestras respectivas posturas. No tenemos ninguna necesidad de trabajar por bancada porque nuestras ideas políticas son bastante personales. De todos modos, resaltaría que las discrepancias que tenemos son de ideas, no de nuestros objetivos para el pueblo, porque al final buscamos el desarrollo de nuestro país”, manifestó el diputado Jatar Fernández para La Nación/Nación Media.
En la Cámara Baja, Cruzada Nacional logró tres representantes por el departamento Central y uno por Alto Paraná. Jatar Fernández, Leidy Paola Galeano y Patricia Alexandra Zena fueron electos por el onceavo departamento, mientras que Miguel Martínez Núñez figura por el territorio altoparanaense; este último ya había expuesto su apuesta por el trabajo autónomo, adelantando su objetivo de legislar solo, ante claras diferencias con sus tres correligionarios.
Lea también: Cruzada Nacional monta un espectáculo lastimoso en el Congreso, señala politólogo
Las discrepancias internas
Pese al bloque constituido, Fernández dijo apostar por la gestión legislativa autónoma, sin guiarse por el voto en bancada, ni definir su acompañamiento dependiendo del nivel de apoyo de sus correligionarios. Refirió a LN que esa fue una de sus principales banderas durante su campaña electoral: la independencia legislativa, por lo cual afirma que su compromiso en el pleno será asumido como Jatar Fernández y no como un partidario de Cruzada Nacional.
“Estoy en contra del voto por bancada porque las votaciones deben ser individuales; yo tengo mis posturas, al igual que mis tres colegas tienen sus propias ideas. Si no pensamos de manera individual, nuestras funciones no tienen razón de ser, es decir, el presidente de un partido te ofrece un puesto en su lista, te baja una línea y allí termina tu quehacer”, desató Fernández.
De este modo, aseveró que las disidencias dentro de un partido no deben interpretarse como algo negativo, sino como un factor necesario para demostrar independencia entre cada uno de sus representantes en su objetivo de elaborar proyectos constructivos. Subrayó, además, que si todo se decide únicamente en bancada, la agenda de los partidos se reducirían netamente a los números que pueden o no conseguir en las cámaras del Congreso.
El analista político Hugo Duarte había comentado para La Nación que Cruzada Nacional corría el riesgo de irse del plano político del mismo modo repentino en el cual apareció en la agenda legislativa, pues uno de los factores negativos para el partido es su falta de identidad, para sostenerse del mismo modo en el cual lograron hacerlo los partidos más tradicionales. Esa falta de estabilidad podría derivar en divisiones fragmentarias definitivas para la nucleación.