Durante la segunda sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, algunos legisladores abogaron por mantener la honorabilidad del plenario en alto y no caer en la chabacanería como se vio en el periodo pasado, al punto que les llevó a ganarse el mote de “Cámara de la vergüenza”.
Esto debido a que en la fecha, una de las diputadas de la bancada del Partido Liberal, Graciela Aguilera, llegó a la sala de sesiones con una canasta cargada de chipas, y comenzó a repartir a sus pares y funcionarios gritando “chipa Barrero”. La parlamentaria aseguró sentirse orgullosa de sus orígenes como vendedora de chipa, teniendo en cuenta que es oriunda del departamento de Cordillera.
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Esta situación, incluso, fue tomada jocosamente por los propios diputados, y rápidamente se viralizó en redes sociales. No obstante, el diputado colorado reelecto, Walter Harms, lamentó que la Cámara Baja haya perdido su formalidad, y se incline nuevamente a convertirse en un circo, como se tuvo en el periodo pasado, teniendo en cuenta que por la Cámara han pasado legisladoras que montaban su show para llamar la atención mediática.
“Lamento mucho que no se entienda la formalidad que tiene este recinto, que es la Cámara de Diputados, y sé que muchas veces hay necesidad de figuración, hay intentos de resaltar; pero me apena que sigamos en esta Cámara utilizando la actuación para de alguna manera llegar a sus objetivos. Sueño con una Cámara de Diputados seria y formal, donde los que nos miran entiendan que somos representantes del pueblo y no payasos”, expresó el representante del departamento de Itapúa Walter Harms.
Igualmente, el diputado colorado Benjamín Cantero pidió a sus colegas mayor responsabilidad en la tarea legislativa, dejar de lado el “show mediático” y empezar a legislar a favor de la ciudadanía. “El país nos necesita y a eso venimos”, enfatizó el diputado que se estrena como parlamentario.