Un hecho histórico se dio este martes en la 62.ª Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur con la participación de dos mandatarios paraguayos: el presidente electo, Santiago Peña, y el presidente saliente, Mario Abdo, compartieron el bloque de Paraguay durante el discurso oficial; junto a sus respectivos cancilleres, el actual Julio César Arriola y el designado Rubén Ramírez Lezcano, en Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones (Argentina).

El Ejecutivo saliente hizo especial hincapié en solicitar más compromisos para la integración regional, aparte de criticar la unilateralidad con ciertas negociaciones por fuera del bloque. Del mismo modo, desde Paraguay se estipuló una férrea postura en torno al peaje impuesto en la hidrovía desde este año por autoridades argentinas, reivindicando su rechazo porque anulan la previsibilidad del intercambio comercial, reducen la competitividad del bloque y aumentan las tensiones internas.

Abdo Benítez sentenció que desde Paraguay se espera que el tratamiento en temas relacionados con la navegación fluvial, que representa el principal fuente de comercio para el país, no se queden en el ámbito retórico integracionista porque se necesitan más acciones solidarias que realmente sirvan para el desarrollo de la economía del país.

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“La potencialidad del Mercosur y su credibilidad internacional dependen de que el consenso sea su herramienta porque la unilateralidad frustra su avance colectivo hacia la apertura de nuevos mercados y la posibilidad de que la región se posicione como bloque”, aseguró Abdo Benítez en Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones, Argentina, donde se desarrolló la cumbre.

Esto aparte de recordar que Paraguay es un país que cada vez se caracteriza por ser más previsible política y económicamente, lo cual le permite erradicar fisuras institucionales porque la economía y la política están ordenadas en la nación. “Las medidas adoptadas por fuera de la institucionalidad del Mercosur, conspira contra el espíritu integracionista, aparte de la pérdida de la eficiencia de los productos internacionales”, refirió.

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Abdo Benítez reafirmó que el compromiso de Paraguay con el bloque sudamericano es sólido, más aún recordando que el gran desafío actual es el de modernizar el funcionamiento institucional de la región para hacer frente a los grandes desafíos globales. Al respecto, dijo que el verdadero reto es representar la capacidad regional, donde Paraguay realiza una apuesta determinante por mantenerse como una pieza clave de la región.

Así habló de las inversiones realizadas por Paraguay en obras e infraestructura, demostrando el compromiso del país por reforzar la integración en el Mercosur, aparte de consolidar un espacio comercial más ágil, seguro, eficiente y competitivo. Las muestras de eso son el Corredor Bioceánico, el puente de Integración y el futuro puente que se construirá con Argentina.

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“La funcionalidad del Mercosur no puede depender de las coincidencias ideológicas de los presidentes, pues el Mercosur debe ser lo suficientemente amplio para recibir a cada uno de los mandatarios, independientemente de sus líneas políticas. El único límite razonable debe ser el respeto a la democracia y los derechos humanos”, subrayó.

Remarcó que con diferencia, pero en democracia, desde Paraguay siempre se priorizará que la integración sea el camino del desarrollo económico y social de los pueblos sudamericanos. Para ello, el país renueva su compromiso además de apoyar el ingreso de Bolivia en el Mercosur, viéndolo como un socio estratégico para el bloque.