El Dr. Felipe González fue designado como ministro de Salud por el presidente electo, Santiago Peña. En contacto con La Nación/Nación Media, el secretario de Estado entrante habló sobre sus principales prioridades, entre las cuales se destaca la aplicación de una mayor descentralización de los servicios de salud, un enfoque de racionalización en torno a la distribución de los recursos y mayor infraestructura, dotando de más hospitales y personal de blanco a la ciudadanía.
“Uno de los ejes que tenemos con el presidente electo es el desarrollo de cinco grandes hospitales y esto necesariamente se vinculará con más capacitación de personal médico, sin mencionar que contribuirá a la descentralización a la cual apuntamos para el sistema”, subrayó González. Con esta política, el ministro designado busca focalizar la atención de la salud a los puntos más alejados de la capital del país, donde habitualmente se engloba mayor parte del cuidado de la atención médica.
González plantea poner fin al obligado desarraigo a los pobladores de las zonas rurales, quienes solo encuentran como alternativa movilizarse hasta Asunción para acceder a una asistencia sanitaria incluso básica. Indicó que se debe dotar a las unidades de salud una mayor capacidad de gestión para que cumplan con una atención de calidad durante 24 horas, evitando el gasto de bolsillo por el paso del paciente a un centro privado al no encontrar la atención mínima en el sector público.
“Aparte, lo más necesario en estos momentos es un gasto racional y que nos permita elevar también el reciclaje del funcionariado que se encuentra en las áreas rurales. Lo que no sea necesario en estos momentos debe ser suspendido, en cuanto a los niveles de costos vamos a encarar de una manera a tener precios de mercado”, expresó, destacando además que el mejoramiento del nivel y la calidad de atención también se vincula con ese progreso planificado.
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Medicamentos y pago de deudas
Otro aspecto a ser mejorado es la provisión de insumos médicos porque los hospitales distritales para abajo tienen carencias inadmisibles, a decir del ministro entrante, sin mencionar que sus propios sistemas se cierran después del mediodía. “Estar al lado del más necesitado es un mandato del presidente electo y juntos pensamos en posicionar en la salud pública un aliado a las dolencias de la ciudadanía”, refirió para La Nación.
“Toda deuda puede ser renegociada e iremos honrando cada una de ellas, con un trabajo estrecho junto con el Ministerio de Hacienda. Con el ministro designado Carlos Fernández Valdovinos ya analizamos las posibilidades para trabajar desde el primer día de nuestra gestión para enfrentar ese desafío, buscando también reducir los costos en la adquisición de medicamentos”, garantizó González, enfatizando el involucramiento interinstitucional del gabinete de Peña.
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Aseguró, además, que él asumirá un rol activo en cada una de las funciones que se desarrollen desde la cartera de Salud, afirmando que al tener amplios conocimientos de la alta complejidad, los procesos y el equipo biomédico, no dejará ninguna gestión sin el aspecto técnico requerido o sin acompañar con su propia experiencia.
“Es un honor demasiado importante ser considerado por el presidente electo para ocupar la cartera más difícil de todo su gabinete, porque debemos satisfacer a una ciudadanía cuyo reclamo es la falta de una salud universal. Yo soy un hombre de acción y en la cadena de mando a asumir podré ejercer una dirección fija, apartado del área político-partidaria, porque no vengo de ese sector”, resaltó.