El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) atraviesa un difícil momento y la fragmentación de la agrupación partidaria se agudiza tras el ilegítimo visto bueno que le dieron los miembros suplentes del directorio a la rendición de cuentas presentada por Efraín Alegre. Consideran que institucionalmente el partido irá perdiendo fuerza, y que sobrevivirá con la eventual emergencia de nuevos liderazgos, afirmaron.

“Creo que institucionalmente el partido va a ir perdiendo fuerza, pero con idealismo de mucha gente, el partido siempre sobrevive a cualquier circunstancia y apareciendo un líder nuevo dentro del partido, rápidamente va a ganar protagonismo y diría que va funcionar casi en paralelo a lo que es la institución partidaria porque así ha sido el partido”, afirmó el diputado Celso Kennedy, miembro del directorio.

En contacto con La Nación/Nación Media, el legislador señaló que el hecho de estar liderado por referentes y no así por la institución partidaria, encabezada en este momento por Alegre, siempre ha sido una característica del PLRA. Kennedy indicó que se mantiene en la postura de que Efraín debe dar un paso al costado.

Junto con Martín Burt y otros referentes están estructurando una propuesta política con miras a las próximas elecciones, en caso de que el partido no logre “corregir” su situación actual, explicó el diputado. “Tenemos una línea institucional, no somos contreras de Efraín ni tampoco aprobamos la gestión que él tiene al frente del partido, estamos trabajando incluso para ir conformando un funcionamiento más democrático”, explicó.

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El diputado manifestó no haber participado de la última sesión del directorio puesto que no estaba de acuerdo con la realización de una reunión virtual. Kennedy indicó que irán avanzando las conversaciones junto con los demás miembros del órgano partidario que ya no están de acuerdo con seguir con las sesiones virtuales.

“Sobre todo después de la derrota que sufrió el partido, porque en una reunión virtual no se puede debatir. Aparte, el que administra la sala virtual tiene arbitrariedades, como la de no otorgar la palabra, apagar el micrófono, cortar, cosa que es difícil de hacerlo en una reunión presencial”, cuestionó.

Desde la perspectiva del legislador, una convención liberal podría ser una oportunidad para analizar la situación partidaria, sin embargo, observó que Alegre no es un “fiel cumplidor” de lo que se resuelven en las convenciones. Otro de los problemas que tiene el PLRA es el de un estatuto “autoritario” puesto que todo recae en manos del presidente.

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“Las veces que queremos una convocatoria, siempre tenemos que solicitar al presidente y si este no convoca, no hay una sanción prevista ni tampoco hay un mecanismo para remediar esa situación, entonces, él arbitrariamente decide ignorar la petición”, lamentó Kennedy.