Por Nadia Denis (nadia.denis@nacionmedia.com)
Los datos revelan que históricamente en el Congreso Nacional predominó la presencia de los hombres, por ejemplo en la Cámara de Diputados, integrada por 80 legisladores, solo tuvo a dos mujeres ocupando escaños por dos periodos consecutivos (1993-1998/ 1998-2003). Estas últimas elecciones, que se rigieron con el sistema preferencial, coinciden con un leve aumento de la cantidad de parlamentarias por lo que la pregunta es si este mecanismo permitirá la equidad en el Poder Legislativo.
Para la senadora reelecta del Frente Guasu Esperanza Martínez, los resultados que arrojaron los comicios del 30 de abril fueron una sorpresa, puesto que la experiencia de otros países con el sistema preferencial fue perjudicial para las mujeres en el sentido de que estas pasaron a tener una menor representatividad.
“Fue una sorpresa agradable que se diera este aumento de la participación de las mujeres en ambos estamentos, pero no sé también si va a ser la constante, porque en realidad en la mayoría de los países las listas desbloqueadas no suelen favorecer a las mujeres”, manifestó en contacto con La Nación/Nación Media.
La Cámara Alta contó solo con seis parlamentarias en este periodo, para el 2023-2028, ingresaron once legisladoras, lo que representa casi un cuarto de la conformación total del Senado, un número al que nunca antes se había llegado con las listas desbloqueadas, de acuerdo con lo que se observa en el Sistema de Información Legislativa (SIL).
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Cifra histórica
Por su parte, la diputada del Partido Colorado Rocío Abed, quien va por su segundo periodo en la Cámara Baja, expresó que este aumento de presencia de mujeres en Diputados irá escalando por diversos factores siendo uno de ellos el sistema preferencial.
“Evidentemente este nuevo sistema permitió que muchas mujeres puedan pelear de igual manera por los votos, independientemente a la ubicación en la lista. Debemos decir que no es todavía grande el porcentaje de las candidaturas de mujeres, por lo que es aún más meritoria la manera en que llegamos a lograr los lugares en los diferentes cargos, ya que fue por la voluntad de la gente”, señaló.
La Cámara Baja culmina este periodo con 15 legisladoras, no obstante, es necesario indicar que en un principio eran solo 12 parlamentarias, dándose posteriormente la incorporación de tres legisladoras más. Para la siguiente era legislativa, es decir 2023-2028, lograron ingresar 18 diputadas, siendo también esta una cifra histórica.
El resultado debe animar
Esperanza Martínez señaló que uno de los problemas que este sistema electoral presenta para las mujeres es el aspecto financiero, puesto que las candidaturas individuales requieren de una inversión económica más alta, además de que necesitan de un fuerte apoyo organizacional, elementos que aún son complicados de acceder para las mujeres.
Esto es una muestra de la valorización que está dando la sociedad a la mujer, afirmó Rocío Abed, quien indicó que este resultado tiene que animar a más mujeres a apostar por cargos electivos, puesto que esto contribuirá a que cada vez más mujeres logren ocupen bancas en el Congreso.
“Espero realmente que esto sirva para que más mujeres se animen a presentar sus candidaturas y demostrar que todos juntos, hombres y mujeres, podemos lograr una mayor equidad y, por sobre todo, trabajar de igual manera por los proyectos a favor de todos los sectores”, expuso la legisladora Abed.
En esta misma línea se expresó la senadora Martínez, quien aseguró que en la medida en que las mujeres vayan animándose a postular a cargos electivos, esto se va a traducir en una mayor participación de ellas en el Parlamento. “Porque permite el debate social y que la gente vaya haciendo una deconstrucción de este modelo machista, abre camino, igual en la derrota, para que otras mujeres lo intenten, y quizá lo logren”, explicó.
El tiempo lo definirá
El tiempo será el que finalmente decidirá si el sistema preferencial termina beneficiando realmente a las mujeres, puesto que también pudo darse el caso de que solo sea una coincidencia, observó el politólogo Marcelo Lachi, quien señaló que, pese a estos resultados, los liderazgos masculinos siguen pesando más que el de las mujeres, y esto es debido a una cuestión cultural.
“Significa que a pesar de una cultura dominante machista, las mujeres se están haciendo valer en el voto preferencial, yo no lo veo negativamente, considerando la cultura dominante me parece que salieron muy bien los resultados. Esto podría ser hasta casual, pero respecto a lo que se esperaba, está muy bien, porque todos pensaban que el sistema preferencial iba a matar la posibilidad de que la mujer ingrese”, detalló Lachi.
En contacto con La Nación, el politólogo señaló que aún existen barreras que deben ser derribadas por las mujeres, y que esto se va a lograr en la medida en que la sociedad vaya cambiando culturalmente, puesto que históricamente la mujer fue relegada a la tarea del hogar y en su incursión en la vida pública, como la política, ha tenido que esforzarse más en demostrar su capacidad.
“Acá en teoría se habla de que la mujer es fundamental en la cultura paraguaya, pero es mentira porque ha sido sometida al varón en forma permanente, siempre se le quiere relegar a la cuestión doméstica y en pos de eso es mucho más complicado para ellas llegar a cargos de poder. Por eso este resultado en Senadores y Diputados es muy relevante, porque estaban dadas las condiciones negativas y, a pesar de todo, han conseguido obtener resultados importantes”, refirió.
Tanto las legisladoras como el analista político coincidieron en que esto podría ser el inicio de un cambio en la mentalidad paraguaya, y que poco a poco las mujeres vayan ocupando más lugares en el Congreso hasta lograr la equidad y la representación igualitaria.