Desde la Cámara Nacional de Comercio y Servicio del Paraguay (CNCSP) requieren al próximo gobierno, encabezado por Santiago Peña, reforzar la política exterior del Paraguay, con la finalidad de encarar futuras negociaciones y lograr ventajas dentro del ámbito económico, ante los graves conflictos financieros que recibirá como herencia de la gestión de Mario Abdo Benítez.
“El Paraguay es muy débil en su ser, cuando se sienta en la mesa de negociación tiene tantas falencias. No se tiene la capacidad de colocar el tema que nosotros queremos primero en la agenda”, manifestó Ricardo dos Santos, vicepresidente del sector comercial, mediante una entrevista con el programa “Cara o cruz” emitido por Unicanal.
Como ejemplo, Dos Santos colocó la problemática de la hidrovía por el peaje para el transporte internacional en el tramo del río Paraná comprendido entre el Puerto de Santa Fe y la confluencia con el río Paraguay, establecido de forma unilateral y sin justificación por la Argentina.
“Argentina y Brasil van a querer sacar siempre la mayor tajada y eso es natural. El Paraguay tiene que tener una posición mucho más fuerte para colocar los temas que a nosotros nos interesa primero en la agenda. Los diplomáticos argentinos y brasileños traen una lista gigantescas de cosas y la gente de la Cancillería no sabe ni por dónde comenzar a atajar los penales y eso coloca a las cosas que el Paraguay necesita último en la agenda”, puntualizó.
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Refirió que el fortalecimiento interno de la política exterior debe partir lógicamente dentro del equipo que conforma el Ministerio de Relaciones Exteriores, “para luego sacar provecho” y avanzar en grandes acuerdos, ya sea de manera individual o como bloque, citando al Mercado Común del Sur (Mercosur).
La política exterior implementada por Abdo Benítez fue duramente cuestionada en el transcurso de estos cuatro años y medio. Un claro ejemplo fueron las negociaciones impulsadas entre Brasil y Paraguay respecto a la tarifa de la Itaipú Binacional, ocasiones en que el vecino país salió favorecido ampliamente.
Varios expertos y autoridades políticas afirmaron de forma reiterada que el gobierno del mandatario terminó ajustándose a la agenda brasileña implementada en ese entonces por el exjefe de Estado Jair Bolsonaro, sin la capacidad de defender los intereses del pueblo paraguayo.
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