Durante la campaña previa a las elecciones generales del 30 de abril se intentó instalar premisas en contra del Partido Colorado que, en el análisis del sociólogo y filósofo José Fernando Duarte, nunca fueron del todo reales y que fueron refutadas por los resultados electorales que dieron ganador a Santiago Peña como presidente de la República, así como una holgada mayoría para la Asociación Nacional Republicana (ANR) en el Congreso Nacional, gobernaciones y juntas departamentales.
“Uno de ellos es que el Partido Colorado no estaba unido. El Partido Colorado demostró mucha unidad, desde la figura de Arnoldo Wiens que acompañó a Santiago Peña en todo este tiempo, hasta toda la dirigencia de Fuerza Republicana que pugnó por cargos de representación, senadores, diputados, gobernadores, junta departamental, todo aquel que estaba en juego de un cargo, acompañó y arropó la candidatura de Santiago Peña con mucha fuerza”, opinó Duarte en entrevista para La Nación/Nación Media.
Indicó que esta premisa fue un error por parte de los contrincantes electorales de turno, ya que el escenario actual no fue similar a las elecciones del 2008, cuando el Partido Colorado perdió esos comicios por la gran división que se dio en la dirigencia. “Ese fue un error, y un error a partir del cual se tomaron decisiones muy desacertadas que contribuyeron también a la derrota de la oposición. El escenario nunca fue similar al del 2008, en que el candidato que había perdido no acompañó al partido, en este caso hubo un acompañamiento total”, manifestó Duarte.
A esto, sumó que el consenso construido en este proceso del 2023 logró que esta fuera la victoria más contundente de la era democrática. “Esta unidad permitió al Partido Colorado la totalidad de los votos de las internas, tanto los que votaron por Santiago Peña como por Arnoldo Wiens, y que ese núcleo duro del Partido Colorado fue suficiente para consolidar una victoria por la diferencia más amplia de toda la historia democrática. Desde el 94 en adelante, sin duda es la victoria más amplia del periodo democrático”, afirmó.
Además de la unidad partidaria, otro de los factores que llevó a esta victoria, de acuerdo al especialista, fue la poca aceptación del candidato de la Concertación, Efraín Alegre, y el gran protagonismo que logró Paraguayo Cubas. “Hubo una estrategia electoral impecable en la que se priorizó la fidelización del voto duro colorado y, además, se aprovechó una situación particular en la oposición, donde el candidato de la Concertación nunca pudo ser atractivo, nunca pudo ser considerado el instrumento de la contestación o del voto castigo; donde el candidato de la Concertación nunca generó ningún entusiasmo porque ese lugar lo ocupó un tercer candidato que fue permanentemente subestimado, ninguneado en su potencial”, aseveró a La Nación.
El discurso anticolorado
Por otra parte, se refirió al discurso de anticoloradismo que se intentó instalar en todo el proceso de la campaña electoral, que calificó como una consigna de nicho que solo quedó en manifestaciones de algunas masas a través de las redes sociales, pero no llegó a la masa real, que finalmente terminó en una gran victoria en las urnas. “El anticoloradismo es una pasión de nicho, minoritaria, incapaz de ser penetrada en las masas. Creo que el anticoloradismo es un sentimiento de la impotencia política de derrotas históricas y en este último tiempo la consigna ´ANR nunca más´ ha demostrado ser una consigna de nicho”, explicó.
Agregó que esta campaña generada no traspasó más que las redes sociales. “Una consigna que puede llegar a ser muy popular esporádicamente en la red social Twitter, pero que ya tuvo una derrota espectacular en las municipales pasadas y en estas elecciones ratificó su condición de eslogan perdedor e incapaz de generar ningún interés más allá de un determinado dicho urbano al que le mueve el odio al Partido Colorado”, aseguró.
Desafíos del próximo gobierno
Tras hacer un análisis sobre lo que fue el proceso hasta llegar a la victoria de Santiago Peña como próximo presidente de la República del Paraguay, también habló de los desafíos que vendrán para administrar un país que enfrentó una gran crisis económica, lo que se dio también a nivel mundial. “Santiago Peña tiene un enorme desafío. En primer lugar, recordemos que Paraguay viene de un periodo difícil para el mundo, pero creo que la economía paraguaya, la sociedad también, las medidas de gobierno acertadas hicieron que atravesemos con resiliencia más despreciable. Paraguay este año está recuperando la senda del crecimiento dentro de las proyecciones”, apuntó.
Agregó que existen otros problemas que tienen que ver con la caja fiscal, el peso de la deuda externa, problemas que tienen que ver con la sustentabilidad del gasto social y la necesidad de ampliarlo. “Hay que atender la necesidad de servicios públicos, por ejemplo, la cuestión del transporte público, vivimos en un país que no puede garantizar a sus trabajadores condiciones mínimas de movilidad”, manifestó en comunicación con LN.
Sin embargo, indicó que Peña conoce el funcionamiento del Estado, no solo por su paso por la administración pública, sino por su preparación académica. “Santiago Peña conoce a profundidad el Estado, porque proviene de su burocracia, es una persona que además de ese conocimiento profundo que tiene del Estado no solo por provenir de ahí, sino por los estudios que tiene en la administración pública, en todos estos años se ha posicionado como una figura política que también ha conocido y palpado en el propio terreno las necesidades de la gente”, refirió.
Lo que representa a nivel internacional
Con relación a lo que representa la elección de Peña como nuevo presidente a nivel internacional, opinó que Paraguay fue una excepción en América Latina. “Paraguay es una excepción en América Latina, porque en todos los demás países los oficialismos han perdido luego de las sucesivas crisis que han generado la pandemia, las condiciones climáticas y la guerra ruso-ucraniana. En Paraguay el oficialismo ha retenido el poder”, dijo Duarte.
Agregó que justamente el Partido Colorado tiene esa particularidad que en cada gobierno es al mismo tiempo gobierno y oposición, lo que permite mucha fuerza renovadora y le permite disputar en cada elección la propuesta de cambio y renovación a la propia oposición. “La particularidad de Paraguay es que no hubo un giro del oficialismo hacia otro signo. Los giros son más bien antioficialistas, algo que no se dio en Paraguay, porque el Partido Colorado retuvo el poder y va por cinco años más”, manifestó.
Así también, indicó que a su parecer la elección de Peña fue un mensaje claro de afirmación de la soberanía nacional, en referencia a las designaciones que se dieron por parte del gobierno de los Estados Unidos en Paraguay. “Hubo acciones que tiene que ver con los Estados Unidos que pueden ser completamente legítimos para sus asuntos domésticos, pero quedó demostrado que el Partido Colorado tiene una fuerza mucho mayor a cualquier intento de desestabilizarlo. Es un mensaje de que en Paraguay hay una conciencia nacional muy fuerte y el Partido Colorado hoy se consolida como el partido de la soberanía nacional con la elección de Santiago Peña”, sentenció.
Apuntó como otras de las señales que está dando Peña son con relación a la integración regional. “Hay señales de Santiago Peña, muy fuertes hacia avanzar a una integración con los países de América Latina, hay un mensaje muy positivo hacia Brasil, hay señales de restablecimiento de relaciones con Venezuela, más allá de que mantiene sus críticas a la falta de democracia, veo como una movida hacia más inversión en la región, en América Latina y América del Sur del presidente Santiago Peña”, puntualizó.