A un año del asesinato del fiscal Marcelo Pecci, Maricel Alberti, madre del agente, recordó a su hijo como una persona que siempre fue dedicada a su trabajo, que iba en contra de las injusticias y que se convirtió en un orgullo para toda la familia, para el país y para la región, que lo recuerda como un fiscal intachable, por cuyo crimen aún debe hacerse justicia.
“Su legado va a quedar para toda la vida”, dijo Maricel Albertini en contacto con La Nación/Nación Media al recordar a su hijo, a quien califica como un orgullo para todos. “Fue una persona muy sencilla, no sé si él no se dio cuenta de su trabajo, pero él fue la admiración de gente que le conocía e incluso de personas que no le conocían”, manifestó.
Se realizaron homenajes de conmemoración a Pecci en Uruguay, Brasil, Estados Unidos y recientemente en la embajada paraguaya en Italia, indicó y añadió que esto sucede a raíz de todo el trabajo realizado por su hijo, quien integró la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico y tuvo a su cargo investigaciones que involucraban a grandes organizaciones criminales.
“Él es un ejemplo para el mundo, en la Embajada de Paraguay en Italia denominaron a uno de los salones con el nombre de Marcelo, en muchos países le rindieron honores y es un orgullo para la familia y para él también, aunque él no esté en cuerpo presente con nosotros, él desde donde está ve todo lo que está pasando”, mencionó la madre del fiscal.
No pierden las esperanzas
Aunque ya se encuentran a disposición de la justicia colombiana nueve de los involucrados en el asesinato del fiscal Marcelo Pecci, varios de ellos ya con sentencia, hasta la fecha se desconoce qué persona o grupo criminal dio la orden para acabar con la vida del agente.
“No pierdo la esperanza, creo que estamos muy cerquita, falta declarar Margareth Chacón (señalada como el cerebro del operativo en Colombia) y tengo fe de que ella sí va a poder decir. Es duro y difícil porque es una cadena y tampoco creo que sea una sola persona el autor intelectual, creo que hay un grupo de varias personas y no solamente de Paraguay”, aseveró.
El crimen de Pecci ha tenido un gran impacto en la sociedad paraguaya y colombiana, por lo que cerrar con el caso sería un mensaje positivo para ambas naciones. “Para Colombia fue muy fuerte que haya acontecido eso en su territorio, y más aún tratándose de una persona de interés nacional para nuestro país. Era una persona muy capaz, brillante, uno de los mejores fiscales que tuvo a su cargo los casos más complejos”, puntualizó.
Maricel Albertini destacó la labor realizada por las autoridades colombianas que, en menos de un año, lograron condenas para varios de los procesados. “Es loable y admirable el trabajo porque no eran uno ni dos, alrededor de siete u ocho ya están presos. Esto debe ser un ejemplo para nuestros fiscales y nuestra justicia, acá se demora muchísimo por todo”, expresó.
Pecci, un fanático de la aviación
El fiscal era un fanático de la aviación, pasión que adquirió gracias a que pasaba mucho con su madre, quien trabajaba en Líneas Aéreas Paraguayas (LAP). “Trabajé ahí por 20 años, desde chiquito viajó conmigo, conoció el mundo y creo que eso se le quedó. De grande empezó a coleccionar aviones, leer libros sobre aviación, sobre la flota, dedicaba mucho tiempo, su tiempo libre a eso”, recordó.
Marcelo tuvo la iniciativa de reconstruir el avión Convair 240, una unidad que perteneció a LAP y que estaba abandonada en un hangar del aeropuerto Silvio Pettirossi. Consiguió la ayuda de otras personas y actualmente la aeronave está prácticamente terminada.
“Con el amor que le tenían lograron levantar el avión, lamentablemente él no pudo cumplir con su sueño de ver terminado, pero yo siento que él está acá, porque se le siente”, expuso la mamá del agente, quien indicó que este miércoles 10 se realizará una misa en dicho hangar a las 16:00 con motivo del primer aniversario de fallecimiento de su hijo.
“Se merece el reconocimiento porque dio su vida por la justicia, él siempre fue una persona que no soportó la injusticia, siempre quiso hacer bien las cosas, nunca se metió en problemas, siempre fue muy tranquilo, desde niño”, afirmó Maricel quien recordó que su hijo siempre fue correcto.
A esto añadió, “desde el jardín fue así, iba al colegio impecable y volvía así, él no se revolcaba en la arena, siempre fue como un niño grande, incluso los profesores me decían eso, pero él era así, era parte de su personalidad”, rememoró.
Marcelito tiene la sonrisa de su papá
El fiscal y su esposa Claudia Aguilera habían anunciado su embarazo horas antes del suceso, Marcelito, a sus cortos siete meses, heredó la sonrisa y al parecer, el carácter y templanza de su papá, señaló Maricel.
“Le veo a mi nietito con la sonrisa de su papá, tiene los ojos grandes como su mamá también y creo que le parece bastante a ella, pero en la parte de la boca sí le parece a su papá. Yo creo que va a sacar el carácter de su papá, porque cuando algo no le gusta, ya hace saber, pero el resto del tiempo es buenito, se sienta, juega, es muy tranquilo”, relató.
Lo ven a Marcelito como un “pedacito de su papá” y manifestó que es un milagro que Claudia se haya salvado del atentado. “Dios sabe por qué hace las cosas, le llevó a uno y le trajo a otro y las posibilidades de no sobrevivir de Claudia eran muy grandes, la bala pudo rebotar a ella o le mataban a los dos, ella estuvo muy expuesta”, manifestó.
Así también, dejó un mensaje para los colegas de su hijo, quienes este 10 de mayo, en conmemoración al fiscal Pecci, celebran el día del agente fiscal. “Que Marcelo desde donde esté le guíe a sus compañeros para que hagan bien su trabajo y que le bendiga al Paraguay”, concluyó.