La contundente victoria del economista y colorado Santiago Peña, en los pasados comicios presidenciales del 30 de abril, terminó por reivindicar la confianza hacia las encuestas, que tomaron un papel protagónico en el transcurso de la contienda electoral.
Durante el proceso cívico también fueron infalibles las denominadas bocas de urna, cuyas funciones se centraron en medir la temperatura en torno a la preferencia del elector luego de haber sufragado.
Al respecto, las encuestas como herramienta de medición otorgaron desde un inicio, e incluso a días previos de las nacionales, al hoy mandatario electo una amplia ventaja frente a sus principales adversarios políticos de la oposición, Efraín Alegre, Paraguayo “Payo” Cubas, Euclides Acevedo y José Luis Chilavert.
Asimismo, reflejaban que la disputa principal se centraría en determinar quién de los excandidatos de la oposición ocuparía el segundo lugar como fuerza política. El triunfo de Peña se sostuvo sin interrupciones durante casi 2 años y no hubo disidencias en cuanto a las mediciones arrojadas, salvo una encuestadora de origen brasileño, cuyo nombre es Atlas Intelligence, que mantuvo en su proceso de recolección una notable preferencia hacia el principal derrotado, Alegre.
La credibilidad de las encuestas fue nuevamente un foco de debate en la previa de las elecciones generales. Teniendo en cuenta los resultados, se vuelve sumamente saludable que se recupere la confianza en una herramienta fundamental para estos procesos electivos.
En lo que refiere a las chapas presidenciales, la encuestadora EcoDat, en su más reciente trabajo previo al 30 de abril, dio como ganador a Peña con el 41,4 % y ubicó a Efraín en segundo lugar con el 31,0 %. La diferencia con el resultado final fue del 1,3 % y del 3,5 %, respectivamente, considerando que Peña triunfó con el 42,7 % sobre el 27,5 % de Alegre.
Mientras que Cubas, de Cruzada Nacional, contaba con el 8,6 %; Euclides Acevedo, del movimiento La Nueva República, con el 4,7 %, y el independiente José Luis Chilavert, con el 2,6 %. En cuanto a los votos en blanco/ninguno fue de un 2,1 % y el Ns/Nr, 9,6 %.
Por su parte, la encuestadora Grau y Asociados, en uno de sus sondeos publicados el pasado mes de abril, arrojaba los siguientes resultados; Peña con el 38,8 %, Alegre con el 22,1 %, Cubas con el 18,2 %, Ninguno con el 11,2 %, Acevedo con el 5,9 % y Chilavert con el 3,1 %. El sector de Ninguno/ Ns/Nr, 11,2 %.
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La nómina de las firmas que dieron victorioso al economista continúa con Ati Snead, que arrojó como resultado Peña, con el 42,9 %; Alegre, con el 31,3 %; Cubas, con el 11, 8 %; Acevedo, con el 3,1 %, y Chilavert, con el 1,0 %. Mientras que Ninguno/ Ns/Nr, 9,9 %.
La firma Multitarget, a semanas de las elecciones, otorgó el 34,9 % para Peña, un 20,6 % para Alegre. Mientras que la intención de votos para Cubas era de un 24,7 %; Acevedo, 2 %; Chilavert, 1 %. El sector de Ninguno/en blanco, 1 % y Ns/Nr, 7 %.
Por su parte, la encuestadora Oima Data proporcionó a Peña un 45 % de intenciones de votos, frente a quien fue su principal oponente, Alegre, con solo el 28 %. Mientras que los demás aspirantes, Cubas logró reunir el 16 %; Acevedo, el 2 %, Chilavert, el 1 %, el sector de votos en Blanco/ninguno, el 1 % y el de Ns/Nr, 7 %.
Encuestadora con múltiples fracasos en Latinoamérica
La encuestadora brasileña Atlas Intelligence realizó un sondeo por internet aplicando un formato de Brasil que no es un método convencional de recolección de datos en nuestro país y suponiendo que existe una segunda vuelta electoral en Paraguay. La metodología y los resultados generaron quejas de expertos locales, que criticaron sus cuestionarios tendenciosos a favor de Alegre, a quien la consultora afirmó erróneamente que inició su carrera política en 1999 como intendente de Ciudad del Este.
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