El padre de un adolescente en estado grave que estaba siendo trasladado desde Hernandarias al Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, de San Lorenzo, en una ambulancia durante la noche del 1 de mayo, y que fue retenida por manifestantes, relató el calvario que vivieron con su hijo y cómo lo sucedido afectó a su salud.
Ismael Segovia, padre del adolescente de 14 años, que sigue en grave estado desde que llegó al hospital, relató cómo fueron atacados por los manifestantes en la primera noche que se dieron las violentas movilizaciones en varios puntos del país. A consecuencia de este terrible episodio, el mismo se encuentra en estado grave en el hospital pediátrico.
El hombre contó que su hijo quedó varado por 8 horas, ya que la ambulancia que lo trasladaba no logró pasar los retenes, y no encontraron un lugar en otros hospitales, y esto causó que ahora se encuentre luchando por su vida.
“Pudimos llegar, gracias a Dios. Enseguida entró a cirugía, le drenaron y hasta ahora sigue su sangrado, no pueden contener, porque al final, lo que podía ser una hemorragia interna, al quedarse mucho tiempo en espera fue generalizada, o sea, tuvo varias hemorragias en el tórax, y como él es hemofílico no coagula su sangre”, relató en entrevista al programa “Dos en la ciudad” de canal GEN/Nación Media.
De acuerdo a lo mencionado por el entrevistado, primeramente fueron retenidos en Hernandarias por 20 minutos, en el intento de llegar al hospital pediátrico. “Él llegó a Acosta Ñu en grave estado, entró a cirugía, pasó a terapia. Nosotros somos de Hernandarias, estábamos saliendo al Hospital Acosta Ñu, el primer obstáculo que tuvimos fue en Hernandarias mismo frente a la entrada de Itaipú Binacional, donde estaban haciendo su manifestación, donde nos retuvieron ya por 20 minutos”, así iniciaba el padre su relato.
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Ingresaron en la ambulancia
Sin embargo, una vez que lograron avanzar un poco más, los manifestantes fueron más violentos e incluso ingresaron en la ambulancia donde estaba el paciente. “Al poder avanzar un poco comenzaron a pegar con palo, pudimos pasar en el kilómetro 10, que ya era más grave, más gente, ahí atajaron la ambulancia, vinieron unos cuantos inadaptados, comenzaron a mover con las manos como para tumbarla, y mi hijo con todo su suero, con oxígeno adentro y yo también al lado”, contó.
Dijo además que al ingresar los inadaptados incluso revolvieron sus pertenencias personales, causando miedo y zozobra tanto en el padre como al adolescente que se encontraban en el móvil. “Consiguieron abrir la ambulancia y entraron como cuatro personajes totalmente borrachos o volados, comenzaron a revolver todo lo que era adentro de la ambulancia, echaron todo lo que había, abrieron nuestra mochila, y mi hijo desesperado ahí. De ahí no pudimos pasar, la Policía nos escoltó otra vez, no pudimos pasar más por Hernandarias y llegamos al Hospital Regional de Ciudad del Este”, manifestó.
8 horas en el vehículo
Al no lograr avanzar, los encargados de la ambulancia decidieron ir hasta el hospital de Ciudad del Este, donde no lograron encontrar lugar para el paciente, y el mismo terminó esperando 8 horas, lo que derivó a empeorar su cuadro de salud.
“No había lugar en el hospital, mi hijo quedó esperando 8 horas en la ambulancia con una hemorragia interna en el tórax. Después de amanecer tuvieron coraje otra vez el chofer y el paramédico para probar otra vez llegar a Acosta Ñu. Esas 8 horas fueron terribles para él, se llenó de sangre el tórax y comprimió su pulmón y no tenía oxígeno”, indicó.
Luego de todo este calvario el niño se encuentra internado en Acosta Ñu, y a una semana de su llegada sigue luchando por su vida. “Ahora mismo tiene drenaje al costado del tórax, le está saliendo el sangrado y también le están poniendo sangre mientras le están tratando de estabilizar su sangre”, dijo.
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