La apertura del sobre número 4 es lo que exigen los ciudadanos que se manifiestan contra el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) y denuncian un supuesto fraude durante las elecciones generales desarrolladas el pasado 30 de abril. No obstante, la apertura de ese sobre implica desarrollar de nuevo el escrutinio, cuestión prohibida por el Código Electoral porque no se contempla el recuento de votos, recordó el ministro del TSJE César Rossel.
“No existe el recuento de votos en el Código Electoral, el artículo 222 de la ley también dice que el escrutinio se hace en ese momento y en un solo lugar, de forma ininterrumpida. Es muy peligroso cambiar las reglas de juego después de que todo haya sido juzgado; en el derecho electoral no se pueden abrir etapas ya cerradas”, explicó para Telefuturo, recordando además que las reglas electorales se publican un año antes y cada partido está al tanto de las mismas.
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Históricamente, las papeletas terminaban siendo desechadas al ser consideradas como basura electoral, más aun teniendo en cuenta que el principio electoral estipula que el acta mata la papeleta y al final esto es lo que vale. Sin embargo, el cuarto sobre quedó instalado para ya no tirar las papeletas y así dar espacio a las especulaciones en torno a un presunto fraude al desecharlas.
“Al plantear la apertura del sobre 4, se habla de un reconteo de votos, cosa que no se puede hacer. Se están buscando herramientas que puedan destruir el sistema democrático. Las máquinas cuentan con auditoría de nueve expertos internacionales entre la Unión Europea, OEA, Copel, entre otros, y además, ¿dónde está el TREP anunciado por los partidos políticos? No muestran porque tienen el mismo resultado que el nuestro”, sentenció.
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En torno a los sobres
Para ordenar los materiales electorales, el TSJE divide ese orden en sobres, que son ocho en total: el primero va a la Justicia Electoral y contiene las actas; el segundo va al Tribunal Electoral de la circunscripción, que son diez en total; y el tercero se remite a los juzgados correspondientes. El cuarto sobre contiene los boletines de sufragio, mientras que el quinto cuenta con el DVD y la credencial electrónica del presidente de mesa.
Rossel puntualizó que de 36.700 miembros de mesa puestos por los partidos políticos, a los cuales también se les debe sumar los veedores, apoderados y cualquier otro ciudadano que se encuentran atestiguando el proceso de escrutinio el día de las elecciones, no hay una sola denuncia de la mesa de las personas que en ese momento se constituyen como la máxima autoridad.
Quejas posteriores
Rossel refirió que las quejas suscitadas son posteriores al desarrollo de las elecciones y que ninguna de las mesas desplegadas durante el día de los comicios llegaron a registrar algún tipo de queja o denuncia de fraude. A esto, también sumó el hecho de la falta de cuestionamientos que posee todo el proceso electoral, utilizado desde las internas, donde el único sector que presentó conflictos fue el del sector liberal.
“Aparte, leí una nota de la Unión Europea donde afirman que esperan denuncias, pero no las hay. No contamos con una denuncia formal, únicamente quejas por redes sociales y esto no puede ser interpretado como denuncia. Esto sin mencionar que en las mesas se podía observar una mayoría opositora, incluso en la Junta Cívica”, detalló.