Este miércoles a tempranas horas partió desde Asunción para desplegarse en ciudades del interior el último grupo de observadores electorales que integran la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE) para sumarse a quienes ya habían comenzado con las labores a nivel país con miras a las elecciones generales del 30 de abril.
En conferencia de prensa, Gabriel Matto, jefe de la misión europea, comentó que esperan que, el próximo domingo, Paraguay pueda gozar de una fiesta cívica y que los comicios se lleven de forma libre y como la ley manda. “Esperamos lo que esperamos siempre. Que se puedan celebrar unas elecciones con total libertad y sobre todo que los ciudadanos puedan ir a votar libremente a quien quiere que le represente por los próximos años, ese es el objetivo de la democracia”, dijo el político español que se desempeña como diputado del Parlamento europeo.
“Hoy procedemos al despliegue de 40 observadores más que viajarán a los distintos departamentos”, explicó el jefe de la misión antes del despliegue. “Lo que van a hacer nuestros observadores es vivir las elecciones, vivir el proceso electoral. Y lo viven desarrollando su actividad en los distintos departamentos hablando con mucha gente, con la sociedad civil con los partidos políticos, con absolutamente todas las personas involucradas en este proceso”, añadió.
Devoluciones de MOE UE
Expuso que las declaraciones oficiales se harán en dos pasos, en primer lugar un informe preliminar que se expedirá dos días después de que finalice la jornada electoral. Luego, el informe final tendrá lugar 30 días después, o más, de las elecciones. “Una vez que se celebren las elecciones el domingo, diremos lo que nosotros entendemos que ha sucedido, también qué se puede mejorar, qué entendemos y cómo ha ido todo. Es parte de la labor de los observadores que se van a desplegar por todo el país”, mencionó Matto.
Matto precisó que cuentan con 124 personas distribuidas en todos los departamentos del país y que cada uno sabe que deberá actuar en el marco del convenio de confidencialidad, que trata de que nadie podrá declarar algo en relación a lo que suceda esa jornada, sino hasta dos días después con el informe preliminar. “No parece lógico que hagamos declaraciones durante el proceso”, resaltó.
Parte de la rutina que tiene cada observador, como su nombre lo indica, es acompañar de cerca a las mesas electorales en los colegios, pero también, recorrer las calles para constatar que la jornada se desarrolle sin inconvenientes y bajo el régimen legal.
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