Con la voz joven y con todas las ganas de trabajar, la futura ingeniera ambiental y profesora de danza, Tamara Paredes, se candidata para ocupar una banca en la Cámara de Diputados por el Partido Patria Querida. En conversación con La Nación/Nación Media comentó los tres ejes por los que va a trabajar en el Congreso: medio ambiente, arte y transparencia.

“El cuidado del medio ambiente es algo que quiero instalar en la sociedad, de manera que se pueda visibilizar, porque es transversal a todas nuestras necesidades. Tenemos que darle más importancia y meterlo dentro de la agenda política”, dijo la aspirante a diputada por Asunción.

Explicó que dentro del eje de medio ambiente, tratará la economía, la salud y la educación. Agregó que le gustaría impulsar un modelo productivo más sostenible, buscando un equilibrio económico, social y ambiental.

“Quiero fomentar la agricultura y la ganadería regenerativa o la economía circular y la producción más limpia. También el desarrollo de empresas eco-friendly o que tengan un impacto socioambiental para generar más oportunidades laborales”, agregó.

En cuanto a salud, la candidata mencionó que quiere seguir trabajando por la ley de gestión integral de pilas y baterías que hasta ahora no se promulgó. “Quiero hacer que esa ley se cumpla, porque estamos teniendo contaminaciones de nuestros recursos hídricos por estas pilas y baterías”, señaló.

Comentó que le gustaría fomentar una ley de prevención de desperdicio alimentario y ver la manera de donarlo, para que no llegue a los vertederos sin una disposición final adecuada. Además, incluyó entre sus proyectos la ley de recolección de residuos sólidos. Tamara remarca que la ley de educación ambiental es muy importante para la conciencia ambiental de todos los ciudadanos.

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Para Tamara Paredes, el arte es otro eje muy importante dentro de su campaña. “A través del arte quiero potenciar el desarrollo humano. Que se vea al arte como una herramienta para la salud mental de nuestros niños, jóvenes y adultos. Que tengamos más oportunidades dando espacios laborales a nuestros artistas, dando más visibilidad”, dijo.

Precisó que debe haber un fondo nacional para la educación artística, una especie de Becal para el arte y para capacitar a los jóvenes e incentivar a que haya más consumición del arte de nuestro país.

En cuanto a transparencia refirió que, como futura diputada, será contralora. “Voy a exigir que se cumpla la ley de transparencia en la cámara y en todos los entes públicos. Tenemos que hacer un mejor uso del dinero, creo que así van a funcionar mejor todos los ministerios y entes públicos, y no vamos a tener que endeudarnos tanto”, remarcó.

Tras ser consultada el porqué de su candidatura, respondió que desde el PPQ le pidieron que los represente, sabiendo que era una persona comprometida con el arte y el medio ambiente, que muchas veces son banderas dejadas de lado dentro del Congreso.

Mencionó que decidió involucrarse, ya que siempre desde sus redes sociales intervenía con “plagueos y opiniones” respecto a lo que ella consideraba que estaba mal. “Teniendo la oportunidad de meterme donde se toman las decisiones más importantes, donde voy a poder incidir y decir: ok, acá voy a poder curar la enfermedad, ya no voy a sentirme mal por ponerle solo una curita a la herida, ahora voy a poder sanar realmente la herida y encontrar la cura”, indicó.

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Convencida de su potencial, Tamara dijo que se siente totalmente capaz. “Me siento preparada en cuanto a lo profesional como ingeniera ambiental, como profesora de baile, y sobre todo en cuanto a mi integridad como persona. Yo creo que estoy mucho más preparada que la mayoría de las personas que están ahí (en el Congreso) en estos momentos”, enfatizó.

La misma comentó que su intención es que la política sea para servir. “Ahora entro con todo a trabajar y espero motivarle a otros jóvenes para que vayan a votar y que se empiecen a involucrar”, dijo y agregó que siente su responsabilidad como ciudadana de empezar a retribuirle al país las oportunidades que le dio.

“Para que otras personas sigan encontrando ese sentido de pertenencia de ser paraguayos y que no digan más odio mi país, quiero salir de acá y que tengan que irse a otro lado porque no tienen oportunidades de trabajo, salud y educación”.

Tamara es una joven de 28 años, vive en el Barrio Obrero de Asunción con su familia. La misma está en proceso de tesis de ingeniería ambiental. Es directora de educación ambiental de la organización “Junio Verde”, trabaja como voluntaria en varias organizaciones ambientales, además es profesora de danzas urbanas. Es la primera vez que dentro de su familia se hace política partidaria.

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