El exministro de Industria y Comercio y actual candidato al Senado Gustavo Leite indicó que lleva adelante, junto con varios economistas, un trabajo de análisis respecto al gasto que realiza el Estado, en este sentido, identificaron millonarias cifras de recursos que pudieron ser destinados en compra de medicamentos, alimentación escolar entre otros, pero que se destinaron para financiar la burocracia estatal.
“Llevamos identificado US$ 450 millones ejecutados u obligados del presupuesto del 2021 que si se dejaba de gastar no iba a pasar absolutamente nada, no le sirvió a nadie, solamente le sirvió a la burocracia, se tiró plata al viento”, afirmó Leite en conversación con la 800 AM, donde mencionó que es necesario realizar estos análisis económicos, financieros y sociales de modo a identificar el uso que se da a los recursos provenientes de los impuestos.
El exministro aseguró que es mentira que falta dinero para destinarlos a áreas sensibles como salud o educación y que está convencido que en este estudio que realizan al presupuesto del 2021, pueden llegar a detectar incluso entre US$ 600 y 700 millones que se gastaron innecesariamente en burocracia estatal.
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“Con esos recursos le podes dar US$ 300 millones a Salud y ya no van a faltar medicamentos, US$ 100 millones para alimentación escolar y todos los niños todos los días van a tener almuerzo y merienda escolar de calidad proveída por sus propias fincas familiares del barrio o de la comunidad. US$ 200 millones para equipamientos de las escuelas, no va a faltar más computadoras y tecnología, estamos usando mal la plata que es nuestra”, aseveró el aspirante al Senado.
Leite apuntó contra los políticos que manejan los recursos del Estado como si fueran propios, aprobando presupuestos desfinanciados o que no están correctamente orientados en cuanto a la prioridad de los gastos. “La vieja política cree que esa plata es de ellos”, cuestionó.
Si el próximo gobierno desea corregir estos malgastos que se dan en el presupuesto general, debe “ajustarse los cinturones”, destinar el dinero donde realmente es necesario y dinamizar la economía, todo esto, de modo a duplicar el ingreso del Estado en impuestos, esto sin que signifique un aumento en las tasas vigentes o la adquisición de nuevas deudas, explicó.
“Si partimos de mover US$ 40.000 a 80.000 millones, que creo que es una meta razonable, para los próximos cinco años los impuestos de US$ 4.500 millones van a pasar a US$ 9.000 millones entonces no vamos a necesitar de deudas”, apuntó Leite y añadió que se debe realizar un “rebalanceo” en el gasto. “Nuestro gigantismo estatal no le está sirviendo a nadie, no aguantamos más”, advirtió.