El aspirante a un espacio en el Ejecutivo por el Partido Colorado, Santiago Peña, habló sobre la importancia de instalar políticas públicas que velen por garantizar el acceso a una educación y salud de calidad. Siguiendo con su campaña “Cambiemos Paraguay”, el presidenciable remarcó el compromiso asumido desde su proyecto político con estos aspectos transversales al progreso total del país.
“El sistema académico es siempre público y el Estado tiene un rol que es indelegable con la educación, no importa si el centro educativo que presta la formación es privado o no, porque el Estado posee una responsabilidad sobre la educación de su pueblo”, remarcó el candidato a presidente de la República, enfatizando en la importancia de apuntar a un esquema educador mejorado desde las falencias de sus bases.
Al respecto, reiteró que el modelo político impulsado desde su equipo tiene como uno de sus objetivos centrales dotar de todas las herramientas posibles a los docentes, en ese proceso de la búsqueda de brindar una educación de calidad y completamente adaptada a las necesidades de los chicos y jóvenes. Con esto también se pretende lograr la adaptabilidad del sector juvenil a las constantes exigencias de un mercado laboral cada vez más competitivo.
“Hay una necesidad de mejorar la calidad de la educación; que el joven de un hogar humilde y el niño de una familia humilde tengan el acceso al mismo nivel educativo que aquellos nacidos en el seno de una familia de clase media o alta”, expresó Peña, asegurando que en su gobierno todo lo referente a la educación del país tendrá un protagonismo particular, recordando que sin un sistema educativo de calidad ningún país puede apuntar a un desarrollo significativo.
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Salud de calidad
“Tenemos que modernizar el sistema de salud paraguayo, esto implica que el ministro de Salud sea responsable de la prestación de la salud para que esta sea universal, con el objetivo de que los paraguayos accedan en su totalidad a la asistencia médica, sin importar que el prestador sea una institución pública o privada”, refirió Peña, presentando otro de sus ejes centrales.
El presidenciable manifestó que el ministro de Salud carga con un conflicto de intereses al ser el encargado de regular la salud pública y la persona que debe decir cuál es la atención que se debe brindar y cómo se debe hacer. Con estas actividades, Peña expresó que el titular del ministerio se debe controlar a él mismo, cargando con diversas responsabilidades cuando podría derivar esos enfoques en buscar la mejora del sistema de salud.
“No importa si se trata del Ministerio de Salud, el IPS o el Hospital de Clínicas, todos los servicios deben estar integrados porque se trata de la adhesión del sistema de salud pública”, refirió Peña, afirmando que garantizar a los ciudadanos la posibilidad de acceder a una atención sanitaria de calidad debe ser una de las prioridades de cualquier gobierno.