Por Macarena Duarte
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El Día de la Mujer Paraguaya se celebra cada 24 de febrero, para honrar el sacrificio y la entrega de las féminas en nuestro país, recordando que en 1867 mujeres del interior y la capital habían entregado sus joyas para colaborar con las causas de la guerra de la Triple Alianza. Hoy, a 156 años, las paraguayas vienen marcando un antes y un después en la construcción de la República, pero sigue vigente la deuda con las mismas en el acceso a diversos estamentos en iguales condiciones que los hombres.
“Las mujeres representan el 49,7% de la población del país y una representación equitativa debería mostrarnos la misma proporción de mujeres y varones en cargos políticos, pero la realidad es otra. En el mundo, en promedio, el 26% de los escaños en los parlamentos están ocupados por mujeres, lo que constituye un aumento del 116% desde 1997. En Paraguay, esa participación apenas alcanza el 16,8%”, expuso para La Nación/Nación Media la Dra. en Economía Lea Giménez y actual candidata a senadora.
Giménez se destacó como ministra de Hacienda en el 2017, convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar ese cargo en nuestro país; la economista destacó que Paraguay se está quedando muy rezagado en lo referente al acceso a puestos de tomas de decisiones para las mujeres. Esto debido a que la representación política femenina en los últimos años avanza de una manera lenta y muy lejos de la paridad que correspondería a una representación proporcional, asegura Giménez.
“El 12% de las municipalidades están conducidas por intendentas después de las últimas elecciones, 22% de mujeres se encuentran en las juntas municipales, 20% en las juntas departamentales y 0% en las gobernaciones. Aunque todavía la mayoría de los ministerios están encabezados por varones, vemos cada vez más mujeres, con altas calificaciones y competencias, ocupando viceministerios y jefaturas en el sector público”, resaltó la exministra, vaticinando una distribución más equitativa.
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Necesidad de labores compartidas
La actual candidata a senadora manifestó que el concepto de democracia solo adquiere un significado verdadero y dinámico cuando las políticas y la legislación nacional son decididas conjuntamente por hombres y mujeres, prestando una atención equitativa a los intereses, las aptitudes y la visión peculiar de las dos mitades de la población.
“Necesitamos lograr una representación equitativa de la población femenina y masculina en el parlamento y en otros espacios de poder. La estrategia de reclamar paridad de manera corporativa no parece estar dando los resultados esperados. Necesitamos innovar para llegar al elector soberano y conseguir su voto”, remarcó.
Sobre algunos avances que se pueden destacar acerca de las oportunidades brindadas a las mujeres, la economista indicó que el promedio de años de estudio de las mujeres en el país es hoy de 9,8 años, mientras que los varones alcanzan 9,6 años de estudio en promedio. Esto significa que las familias están invirtiendo más en la educación de sus hijas, lo cual Giménez observó como un factor muy positivo.
“A pesar de que el desempleo provocado por la pandemia afectó más a la población femenina, el 54% de las mujeres en edad de trabajar están ocupadas laboralmente. Si consideramos que el periodo de vida productiva de la mujer coincide con su periodo de vida reproductiva y por tanto de maternidad y crianza, este indicador sugiere una colaboración más activa del varón en la crianza de los hijos y las responsabilidades del hogar, lo cual es un cambio cultural importante”, expresó la exministra.
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Algunos desafíos
Giménez aseveró que en el campo político, como el empresarial falta mucho para conseguir la anhelada igualdad de oportunidades, pero señaló que “la fórmula para lograrla es trabajo, trabajo y trabajo”. “Quiero dirigirme muy especialmente a las niñas y a las jóvenes de nuestro país: para alcanzar nuestras metas necesitamos formarnos mejor, actualizarnos, trabajar buscando la excelencia, enfocarnos en resultados y estar convencidas de que vamos a lograrlas porque lo merecemos”, afirmó.
La profesional también aprovechó la fecha para rendir homenaje a las fundadoras, en 1951, de la Liga Paraguaya Pro-Derechos de la Mujer, que lograron el derecho femenino al sufragio una década después. “También quiero rendir homenaje a las dos primeras mujeres paraguayas que llegaron al parlamento, en las elecciones de 1963, Bienvenida de Sánchez y Dolores de Miño, ambas de la ANR”, expresó, dando ejemplos de lucha para las mujeres.