El senador izquierdista y candidato a la Vicepresidencia por el movimiento La Nueva República, Jorge Querey, lamentó que en el marco de la campaña presidencial se impulsen proyectos proselitistas inaplicables como oferta electoral en busca de votos.

”En mi desempeño como congresista trato de defender siempre la rigurosidad. Acá existe una cuestión perversa y hasta diría miserable. Hoy en día la política está marcada por los estudios de encuestas o por lo que te dicen los asesores sobre lo que la gente quiere escuchar por más de que estés mintiendo. Este aspecto me parece tremendo”, indicó mediante una entrevista con la radio 780 AM.

El congresista añadió también que otra situación cuestionable que surge con gran fuerza en el marco de las campañas proselitistas se centra en la réplica de los programas elaborados por organizaciones no gubernamentales cuando sus iniciativas no condicen con la realidad del país.

“Al final termina desapareciendo la discusión frontal con la sociedad sobre propuestas racionalmente construidas, esto se declinó. La construcción de las propuestas debe ser racional. Antes que poner los mayores esfuerzos para construir proyectos estables para tratar de transformar incluso el pensamiento de la gente se cae en estas estrategias electorales”, puntualizó.

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Las declaraciones de Querey surgieron ante la nueva propuesta proselitista impulsada desde el sector de la Concertación opositora comandada por el liberal Efraín Alegre y la independiente Soledad Núñez, consistente en la eliminación del programa de la merienda escolar para la transferencia directa del dinero a las familias por valor de G. 200.000 mensuales.

El proyecto ya generó varios cuestionamientos provenientes de expertos en materia de educación, de asistencia social e incluso de los propios políticos pertenecientes al sector que aglutina a varios partidos y movimientos de oposición, quienes alegan que existen varios inconvenientes para su aplicación como, por ejemplo, el factor económico.

Otra de las promesas electorales de la dupla Alegre-Núñez que fue fuertemente repudiada se centra en la inaplicabilidad de reducir en un 90% el costo de la energía eléctrica en el país y la eliminación de los exámenes de ingreso en las universidades nacionales.

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