Tras confirmarse el desenlace del secuestro del ciudadano sudafricano, Daniel Christiaan Bruewer Coetzee, de 75 años, con el hallazgo de su cuerpo sin vida este viernes en la zona de la colonia Santa Cecilia, a cinco días de su rapto en el distrito de Independencia (Guairá) mientras realizaba su caminata habitual, toda la comunidad quedó impactada y por sobre todo temerosa de que este tipo de hechos empiecen a darse por la zona.
“Es un momento muy difícil y triste, es la primera vez que ocurre esto, siempre fuimos una ciudad tranquila”, manifestó el intendente de Independencia, José Resquín, en comunicación con la 1020 AM, mientras salía de la zona del hallazgo del cuerpo que fue a metros de una escuela en un lugar descampado.
José Resquín comentó, que Daniel Bruewer no manejaba mucho el idioma español, pero que nunca tuvo ningún inconveniente con nadie de la ciudad, sino todo lo contrario, era una persona conocida por su carácter amable. “Es muy cobarde lo que hicieron estos autores, era un señor tranquilo y además ya tenía 75 años, no tiene sentido lo que le hicieron”, sentenció.
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Durante los días del secuestro se dio solo una llamada entre la víctima y su familia, donde según los investigadores, los captores solicitaban 300.000 dólares para liberarlo, en esta oportunidad la propia víctima habló con su esposa en un dialecto africano que complicó la investigación debido a la dificultad
Las investigaciones en torno al caso de Daniel Christiaan Bruewer Coetzee continúan, y desde el departamento de Investigaciones de la Policía Nacional manejan varias hipótesis sobre la desaparición y posterior muerte del hombre, incluso se está indagando el entorno familiar.
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Imputan a segundo presunto involucrado en el asesinato de comerciante en Misiones
Durante un operativo realizado en el barrio San Francisco del distrito Doctor Juan Eulogio Estigarribia, ex Campo 9, en el Departamento de Caaguazú, fue detenido un hombre que estaría involucrado en el asesinato del comerciante Juan de Dios Ayala, reportado el pasado miércoles 9 en la ciudad de San Ignacio Guazú, en Misiones.
El hombre fue identificado como Alcidio Obregón Benítez, de 34 añkos; el mismo cuenta con dos órdenes de captura pendientes y antecedentes penales por hurto agravado. El fiscal de la causa, Édgar Ortiz, confirmó la imputación del mismo por el homicidio del empresario.
“Ayer fuimos informados por la policía de la detención de este hombre en Caaguazú. Aún no podemos divulgar mayores informaciones respecto al proceso y el avance de la investigación. Hasta el momento existen dos personas detenidas e imputadas, una de ellas una adolescente de 15 años”, comentó el fiscal Ortiz.
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El mismo especificó que no puede descartar que más personas sean imputadas en torno al caso, ya que el crimen continúa siendo investigado por las autoridades locales, puesto que es necesario aún aclarar varios puntos en torno al hecho.
En cuanto a si el asesinato se habría tratado de un intento de robo teniendo en cuenta que el vehículo del fallecido fue encontrado a varios metros de la vivienda, el representante del Ministerio Público comentó que la hipótesis principal es que no se trató de un intento de robo, sino que el vehículo fue utilizado para la huida de los autores, quienes finalmente decidieron abandonar la camioneta en marcha.
Juan de Dios Ayala Almirón, de 68 años, más conocido como Sureño, quien era propietario de un supermercado en San Ignacio Guazú fue encontrado sin vida en el interior de una vivienda ubicada en la compañía Arroyo Karē del distrito de Santa María, departamento de Misiones. Su cuerpo presentaba un impacto de bala a la altura del cuello.
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Primer magnicidio: usando como munición la pata de una olla, en 1877 mataron al presidente Gill
Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
Era la mañana del 12 de abril de 1877, el joven presidente de la República del Paraguay, Juan Bautista Gill, que entonces tenía 37 años, estaba realizando su tradicional caminata por la entonces calle Villarrica, hoy Presidente Franco. Al alcanzar el cruce con Independencia Nacional, lo aguardaban los conspiradores que le dispararon con una escopeta a la altura del estómago, causándole la muerte casi al instante.
Semanas atrás, en una edición de Paraguay en la Historia, hablamos del magnicidio en la era democrática, el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña. Pero este episodio no fue el único magnicidio en toda la historia del país, ya que en la post guerra contra la Triple Alianza se dio un episodio similar cuando fue asesinado el presidente de la República, Juan Bautista Gill, a la luz del día y en pleno microcentro de Asunción. Te contamos este negro episodio de la historia.
La Nación/Nación Media conversó con el historiador contemporáneo Claudio Velázquez, quien comenzó explicando el contexto socio-político que vivía Paraguay en la post guerra de la Triple Alianza. Señaló que Juan Bautista Gil asumió la presidencia de la República en noviembre de 1874, en reemplazo a Salvador Jovellanos.
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Favorecido por los brasileños
Durante la post guerra, Gill supo ganarse el favor del Ejército brasileño, que en aquel tiempo ocupaba Asunción. “Para tener una idea de la fuerza que ejercía el Ejército brasileño, había más de 2.000 a 2.500 brasileños que formaban parte del ejército de la post guerra, mientras que el ejército paraguayo, la fuerza de policía le daba con suerte a 700 efectivos, eran muchísimos más brasileros. Gill supo ganarse la causa brasilera y era cuestión de tiempo nada más para que asumiera la Presidencia”, explicó.
Previamente, fue ministro de Hacienda con algunos polémicos cuestionamientos por el despilfarro de los dos grandes empréstitos que hizo Paraguay en el periodo de post guerra. Aun así, asumió el Gobierno, en gran mayoría gracias al favor de los brasileros.
En ese proceso de ser ministro de Hacienda, luego presidente, habiendo ganado el favor de los brasileros, Juan Bautista Gill fue un personaje que en ese camino político se ganó de muchos enemigos. Justamente esos adversarios políticos fueron los que tramaron el primer magnicidio en el Paraguay.
“Gran parte de ese crimen se debe a que, para abril de 1877, ya no estaban las fuerzas de ocupación brasilera en Asunción. Gill ya no tenía protectores que pudieran tutelarle, entonces, esa situación es plenamente aprovechada por sus adversarios para asesinarlo”, precisó.
Mentores y autores del crimen
El historiador señaló que uno de los principales adversarios políticos fue Juan Silvano Godoy, un intelectual del Derecho, político y autor paraguayo. Él fue quien organizó y planificó el asesinato de Gill con ayuda de su hermano Nicanor, Matías Goyburú y José Dolores Molas, el legendario “Pai-Loló”, de la pasada guerra.
“El presidente Juan B. Gill realizaba su caminata tradicional, sobre la calle Villarrica, que hoy se conoce como Pte. Franco. Una cuadra antes de su intercepción con Independencia Nacional, curiosamente la esposa de su vicepresidente Higinio Uriarte, quien era su primo a la vez, lo ve desde una ventana y le advierte que existen rumores sobre una conspiración en la cual pretendían asesinarlo”, comentó.
Gill, en su carácter soberbio, le dijo que no se preocupara que estaba bien cuidado. Pero una cuadra después, llegando a la citada intersección, estaban sus asesinos esperándolo José Dolores Molas y Nicanor Godoy, hermano de Juan Silvano Godoy. El historiador señaló que, de acuerdo a los comentarios, ante la falta de proyectiles usaron las patas de un soporte de ollas.
Indicó que Gill estaba acompañado de dos edecanes (oficiales de alta graduación que eran sus escoltas), quienes también resultaron heridos. A partir de ahí inició una huida de los asesinos de Gill, porque rápidamente reaccionó la Policía ante este magnicidio.
Tras el asesinato del presidente Gill, también ese mismo día fue asesinado su hermano Emilio Gill, quien posterior a su muerte se le desmembró las orejas como prueba de que se cumplió con el encargo.
Proceso judicial
Velázquez señaló que tras el crimen se abrió un proceso contra sus asesinos, tanto Juan Silvano Godoy y su hermano Nicanor quedaron impunes debido a que logran huir, cruzando el río Paraná e instalándose en Corrientes. “Sí se abrieron algunos procesos contra José Dolores Molas, y otros personajes. Algunos injustamente fueron endilgados de culpables en este proceso, uno de ellos fue Facundo Machaín”, precisó.
Respecto a este último, el historiador explicó que existían algunas versiones políticas en contra de Facundo Machaín, a raíz de que fue una eminente figura política, y adversarios suyos como Bernardino Caballero y Patricio Escobar no podían verlo prosperar políticamente.
“No encontraron mejor solución para terminar la brillante defensa que ejercía Facundo Machaín en los juicios, que hacer una supuesta intentona de fuga masiva de la cárcel pública que estaba ubicada al lado de la Catedral Metropolitana. La Policía reaccionó y en ese incidente se aprovecha para acabar con la vida de Facundo Machaín, José Dolores Molas y otros a los cuales se les atribuía haber participado del magnicidio de Gill y de esa forma terminó un poco ese proceso del primer magnicidio en la historia paraguaya”, relató.
Finalmente, señaló que, durante los casi 2 años y medio de mandato, Juan Bautista Gil se destaca como obras de gobierno la firma del Tratado de límites, paz, comercio y navegación con la Argentina, firmados por Facundo Machaín y Bernardo de Irigoyen, en la cual se definían los límites fronterizos con el vecino país, posterior a la guerra de la Triple Alianza.
“Durante su gobierno se implementa el código civil argentino, que fue un cuerpo legislativo fundamental para organizar a la sociedad paraguaya. En lo económico, tomó medidas como el estanco del Tabaco, de tal manera existan ciertas recaudaciones para el Estado paraguayo que en aquellos tiempos estaban por el piso”, concluyó.
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Familia de Félix Urbieta está esperanzada de dar con su paradero tras nuevas evidencias
Liliana Urbieta, hija del ganadero Félix Urbieta, secuestrado por el grupo criminal Ejército del Mariscal López (EML) el 12 de octubre del 2016, destacó el trabajo de búsqueda de las instituciones de seguridad para dar con su paradero. La familiar indicó que son varias las instituciones que están realizando este trabajo.
“Valoramos mucho todo el esfuerzo y la dedicación del Ministerio Público, así también está trabajando el batallón de inteligencia militar, el Departamento de Antisecuestro de la Policía Nacional y la Fuerza de Tarea Conjunta. Estas son las instituciones que están involucradas en la búsqueda del paradero de mi papá”, expresó Urbieta, este jueves, en conversación con la 1080 AM.
Indicó que con la detención Lourdes Teresita Ramos, el pasado 15 de febrero, y días después de su madre, Lourdes Ramírez de Ramos, se aceleró el proceso de búsqueda. En ese proceso se encontró una agenda en la que se detalla la probable fecha de muerte de Urbieta, el 16 de febrero del 2017, cuatro meses después del plagio.
“Ella aportó datos importantes y luego se le detuvo a su madre, pusieron su compromiso también en colaborar y se encontró la caleta número uno, y en esa caleta se han encontrado agendas y otras cosas más, y en esas agendas hay evidencias que para nosotros son cruciales para encontrar a papá. En esa agenda, en una parte escrita mencionó que mi papá ya falleció el 16 de febrero del 2017, lo que no está escrito fue cómo falleció y el lugar exacto donde está”, indicó.
Explicó que, todas las evidencias encontradas se estudian, se hacen los análisis correspondientes, y eso lleva su tiempo. “En este caso, todo lo escrito es un poco más rápido, y luego de haber leído todo nos informaron ya de parte del Ministerio Público, el fiscal, lo que estaba escrito en esa agenda”, refirió.
Se trata de una agenda personal, en la cual se había anotado todo los hechos o las actividades realizadas por el grupo criminal. “Yo no llegué a leer la agenda, a mí nada más me manifestaron lo que estaba escrito, quien va decir puntualmente lo que estaba escrito es el fiscal Pablo Zárate o la gente de inteligencia”, sentenció.
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Hallan depósito subterráneo perteneciente al autodenominado Ejército Mariscal López
Prosiguiendo con los trabajos de búsqueda del paradero de Félix Urbieta, secuestrado por el grupo criminal autodenominado Ejército Mariscal López, hace varios años, un esquipo del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI) y del departamento de Antisecuestro de la Policía Nacional, encabezados por el fiscal Antisecuestro Pablo Zárate se realizó el allanamiento de un inmueble rural en Concepción.
El procedimiento permitió el hallazgo de un nuevo deposito subterráneo o comúnmente denominado “caleta” presumiblemente perteneciente al Ejército del Mariscal López (EML).
El inmueble rural allanado se trata de la Estancia Anderi, ubicada en el distrito de Loreto, del departamento de Concepción. Los equipos de búsqueda y rastreo lograron detectar y desenterrar un tambor de plástico que contiene elementos utilizados por el autodenominado Ejército del Mariscal López que podrían aportar datos relevantes sobre el paradero del ganadero Félix Urbieta, secuestrado en octubre del 2016.
Las autoridades intervinientes confirmaron que todos los elementos hallados, serán trasladados hasta la base del Departamento de Antisecuestros Regional Concepción, para el inventario correspondiente y posterior comunicación fiscal al Juzgado de Garantías.
Tercera caleta
Esta es la tercera vez que el equipo de búsqueda del paradero del ganadero Urbieta se encuentra con un depósito subterráneo o caleta, perteneciente al grupo guerrillero; desde que comenzó este trabajo de rastrillaje hace más de un mes.
Esta búsqueda se está dando a partir de las informaciones que fueron brindadas por las tres detenidas del EML, Zulma Jara Larrea, Lourdes Ramírez y Lourdes Teresita Ramos Ramírez, quienes están colaborando con las autoridades en la identificación del supuesto lugar donde estarían los restos de Urbieta, que fue sepultado tras su muerte en 2017. A pesar de los esfuerzos, hasta el momento no se obtuvieron resultados concretos en la búsqueda.