Este jueves 16 de febrero, se cumplen 18 años desde que el cuerpo sin vida de Cecilia Cubas fue hallado en el barrio Mbocajaty de Ñemby, en la famosa “casa del terror”, la actual fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez, quien fuese en ese tiempo fiscal Antisecuestro, relató sobre cómo sucedieron los hechos aquella mañana del 2005.
“Recuerdo que en la noche del 15 de febrero, a las 20:00 aproximadamente, me llama el entonces el jefe del departamento Antisecuestro, y me dice ‘nosotros creemos que ya debemos entrar a la casa de Ñemby’”, comenzó relatando la titular del Ministerio Público en comunicación con la 800 AM.
Quiñónez señaló que en el marco de la investigación, se realizaron vigilancias a la casa ubicada en el barrio de Mbocajaty, pero en el lugar no se registraban movimientos. “Nosotros estábamos buscando un piso de la práctica de secuestro, ya habíamos vigilado mucho, lo que es propio de una tarea de investigación, pero nadie entraba ni salía y esa casa era muy importante para nuestra causa”, detalló.
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En ese momento, el Ministerio Público había individualizado a varias personas involucradas en el secuestro, y de acuerdo a los datos que manejaban Magna Meza no estaba conectada con el caso, sin embargo, posteriormente se logró hallar vínculos con el hecho, dado que se cree que ella, junto con el ahora fallecido Osvaldo Villalba eran los que vivían en aquella casa.
“A las 10:30hs entré, había pedido la autorización judicial, tuvimos la orden de hacer una revisión completa de la casa, esa zona era sumamente humilde y llegar a ese barrio de Ñemby costaba mucho”, detalló la fiscal sobre la dificultad que tenía el equipo para acceder a la casa ubicada en la calle Las Palmas 432.
La enterraron viva
En aquella jornada, alrededor de las 14:30, y luego de cinco meses de haber estado en cautiverio en manos del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), encontraron el cuerpo sin vida de Cecilia Cubas y de acuerdo a la autopsia que fue realizada posteriormente, se concluyó que habían signos que señalaban que la joven de 31 años fue enterrada viva, puesto que se encontró arena en sus pulmones.
De acuerdo a las informaciones que surgieron luego del hallazgo, se constató que previo a ser enterrada la durmieron con un sedante y al momento en que se dio con su cuerpo ya llevaba unos 45 días de haber fallecido. Se cree que la mataron entre el 24 y 30 de diciembre del 2004 y los vecinos indicaron que para esa fecha, los ocupantes abandonaron la casa y se fueron al interior del país a pasar las fiestas de fin de año, sin embargo, nunca regresaron.
La joven fue secuestrada el 21 de setiembre del 2004. La joven retornaba a su casa ubicada en Laguna Grande, San Lorenzo y aproximadamente a las 18:45, fue interceptada por un vehículo, desde donde se abrió fuego contra la camioneta de la víctima, de modo a intimidarla, para posteriormente ser llevada con sus captores.