Este viernes se celebra el aniversario de la caída de la dictadura, tras la gesta del 2 y 3 de febrero de 1989 que puso fin a más de 30 años del gobierno dictatorial de Alfredo Stroessner. A 34 años del hecho, que dio paso a nuestra democracia, las víctimas y familiares de afectados directos por el régimen continúan con las heridas lacerantes de la represión, mientras que cientos de familias siguen llorando por los más de 300 desaparecidos por culpa de la dictadura.
“En Paraguay se puede hablar de un estado avanzado en el proceso de memoria, el proceso de verdad e identificación. No obstante, aún quedan 327 personas desaparecidas y 59 ejecutadas extrajudicialmente, llegando a una cifra aproximada de 427 entre desaparecidos y ejecutados según el informe final de la Comisión de Verdad y Justicia”, explicó Yudith Rolón Jacquet, hija de Martín Rolón uno de los desaparecidos en 1976, para el programa “Show de Noticias”, por GEN/Nación Media.
La activista refirió que a través de la instalación de la Comisión de Verdad y Justicia, que pudo integrar con el monseñor Medina, se logró rescatar 17 restos óseos y también se encontraron ocho fosas vaciadas del resto de los desaparecidos. Esto fue hasta el 2016 y manifestó que no posee otras actualizaciones de excavaciones posteriores con resultados positivos de inhumaciones de restos.
“Tengo una posición muy crítica sobre la reparación a las víctimas; creo que en el país hemos avanzado en las libertades civiles y políticas, pero no así en lo referente a la justicia para las víctimas de la dictadura y sobre todo en lo relacionado a los desaparecidos. Hoy en día el Estado paraguayo, sigue cometiendo violaciones a los derechos humanos en cuanto a las desapariciones forzadas”, recriminó, destacando que sin la restitución de los restos de las víctimas, esto se mantendrá así.
Sobre los juicios, recapituló en los que se llevaron adelante y los casos que cuentan con una condena establecida, aparte de la familia Goiburú y otro llevado hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cerca de 42 causas sobre desapariciones forzadas siguen abiertas en la unidad de Derechos Humanos del Ministerio Público.
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Acerca de Yudith
“Mi papá desapareció en la mañana del 4 de abril de 1976, provenía de las ligas agrarias cristianas. Todo empezó primeramente con el allanamiento de nuestra casa, a nosotros nos llevan en la caperucita roja hasta el Departamento de Investigaciones, cuando yo tenía ocho meses, y allí estuvimos por tres meses y yo terminé cumpliendo mi primer año en el lugar”, contó Rolón.
Prosiguió comentando que a partir de ese lapso, todos sus familiares paternos y maternos, vinculados a las ligas agrarias, fueron detenidos y despojados en Misiones para derivarlos a diferentes Comisarías e Investigaciones de Vigilancia de Delitos en Asunción. Luego, fueron llevados al campo de concentración de Emboscada, donde permanecieron hasta 1978.
“Esta situación vivida difícilmente podría terminar en el país y no podemos hablar de reconciliación, mientras no haya justicia, memoria, verdad y mientras no se cumpla con el ‘nunca más’”, sentenció la hija de una de las víctimas del régimen stronista.
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