El presidente de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), Félix Sosa, comentó que el Gobierno solicitará próximamente al jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, revertir la decisión unilateral tomada por la administración de Jair Bolsonaro en reducir el costo de la tarifa de la Itaipú a 12,67, que ya entró en vigencia el 1 de enero del 2023.
Al respecto, argumentó que el planteamiento se centrará en mantener en vigencia el precio de la tarifa estipulado el pasado mes de agosto, que es de US$ 20,75, porcentaje que incluso terminó favoreciendo al vecino país y que fue usado como estrategia política durante la campaña proselitista del expresidente Bolsonaro.
En la mencionada negociación del 2022, Paraguay terminó cediendo, ya que en un principio solicitaba fijar el costo de la tarifa en US$ 22,60/kW, ya que Brasil pretendía una reducción a US$ 18,95/kW; es decir, el Gobierno recurrirá a la misma estrategia de negociación.
Mediante una comunicación con la radio 730 AM, Sosa puntualizó que entre las principales razones por la cual Paraguay solicitará mantener la tarifa del 2022 se debe a que “existen muchas necesidades en el país, por ejemplo, en qué se utiliza actualmente el ingreso adicional, en la construcción de dos puentes internacionales; también se invierte después de mucho tiempo y transfiriendo montos importantes al sistema eléctrico paraguayo”.
Especialistas, técnicos energéticos y congresistas habían calificado la decisión unilateral del Brasil como una “nueva entrega” del gobierno paraguayo teniendo en cuenta que la administración actual mantiene aún una posición tibia sobre la violación del tratado.
Incluso argumentan que la medida perjudicará enormemente en el proceso de negociación entre Brasil y Paraguay en el mes de agosto del 2023, ocasión en la que se deberá realizar la revisión del Anexo C del tratado de la binacional.
No obstante, Sosa manifestó que el planteamiento de mantener la tarifa del 2022 también beneficiará a los brasileños, indicando que “una muestra de ello es el puente internacional y otra el mejoramiento del Aeropuerto de Foz de Yguazú, refaccionado con recursos de la binacional”.
Sin embargo, reconoció que si la cuestión se limita al aspecto técnico, se aplicaría la reducción como lo hizo Brasil, aunque sin consenso de Paraguay, tomando en cuenta que la deuda se termina de pagar y por ende, según el Anexo C, la tarifa debe bajar, al ser el servicio de la deuda uno de los componentes de mayor peso en la tarifa.
“Claro que tiene su componente político, porque si vamos a aplicar la fórmula, lógicamente la tarifa se reduce, pero tiene un componente político muy importante”, comentó Sosa, quien deberá acudir el próximo 11 de enero junto con el canciller Julio Arriola y autoridades de la entidad binacional ante los integrantes de la Comisión Permanente del Congreso Nacional, para dar informes sobre la decisión que fue tomada por el exjefe de Estado brasileño Bolsonaro sin la venia de Paraguay.
Por otra parte, el titular de la Ande explicó que mientras Paraguay no contrate el 100% de la energía que le corresponde, la conveniencia siempre será que la tarifa se mantenga alta, con la finalidad de tener un ingreso mayor para las inversiones.
Mientras que para el vecino país le resulta conveniente que se reduzcan los números, ya que del 100% de la energía, absorbe el 85%; es decir, gran parte de lo que a Paraguay le corresponde, pero que no consume, lo cede al vecino. A cambio recibe 11 dólares por megavatios, monto en concepto de “cesión de energía”, el cual sería muy superior si se tratara de una venta directa.