Efraín Alegre publicó hoy en Twitter una foto con el exmandatario Fernando Lugo, quien fuera presidente de la República desde el 2008 al 2012, año en que fue destituido vía juicio político promovido por congresistas colorados y opositores encabezados por el hoy titular del PLRA, Efraín.
El hecho provocó airadas criticas en las redes por la manipulación de una persona que se encuentra aun en un estado delicado de salud para fines groseramente proselitistas.
Fruto de aquel episodio del 2012, el sector denominado Frente Guasu o el luguismo mantuvo siempre cierta distancia critica con Alegre y de nuevo en estas elecciones los principales dirigentes de dicha nucleación política se encuentran acompañando la postulación de Euclides Acevedo para la Presidencia de la República y no la Concertación de la que forma parte Alegre.
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Demuestra desesperación
Uno de los primeros en reaccionar fue Sixto Pereira, líder de Tekojoja, una de las agrupaciones más influyentes del Frente Guasu, quien calificó de “irresponsable” la operación de Efraín Alegre, de utilizar la figura del convaleciente Lugo para fines proselitistas.
“Que cara tiene al poner esto, deberían dejar de hacerlo, es un gesto de debilidad y desesperación”, sostuvo el senador.
Los números de las últimas encuestas demuestran un crecimiento de otros sectores de la oposición, como los liderados por Euclides Acevedo y Payo Cubas, hecho que estaría sometiendo a una gran tensión al sector del PLRA.
En el propio efranismo existiría un sector que es crítico a la decisión de colocar a Soledad Nuñez como candidata a vicepresidente, ya que las encuestas demuestran, en todos los cruces, que Kathya González en tal posición iba a ser más convocante.
Soledad critica la unidad
Por su parte, Soledad Nuñez salió con un llamativo tuit criticando la reunión de Peña y Wiens, “en otra clara demostración de cómo el partido colorado es el que le marca la agenda a la dupla de la Concertación”, acotó para La Nación el analista Felipe Goroso.
Dijo también que “es muy inmadura la critica a la unidad de la ANR, porque la unidad de los partidos es lógica aquí, en Australia y en Alaska”.
Atribuyó esta actitud al “complejo de inferioridad de los opositores, que necesitan que la ANR esté mal para ganar, en tanto deberían esforzarse para lograr su propia fortaleza”.