El ingeniero Pedro Ferreira, expresidente de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), señaló como un error de nuestro país el hecho de no haber asumido una postura con relación a la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú. Indicó que la postura brasileña es reducir la tarifa, hecho que podría perjudicar a largo plazo a la binacional.
“Es triste que nuestro país no haya bajado una línea, al menos no públicamente de modo que estemos enterados, porque la línea brasileña es muy clara, ellos quieren, por una cuestión política, que baje toda la tarifa y quieren interpretar eso a como dé lugar”, apuntó Ferreira en comunicación con la 1020 AM.
Desde la percepción del ingeniero, una postura beneficiosa tanto para el Brasil como para Paraguay sería mantener la tarifa en los estándares actuales, dado que esto generaría recursos millonarios para ambas naciones. Estimó que nuestro país recibiría un monto que equivale al 2,5% de nuestro presupuesto y que debería ser incluido en el plan de gastos de modo que se rija por los mecanismos de control estatales.
“Eso cambia nuestro país, todo lo que hoy los políticos prometen en campaña se puede hacer si esto se negocia bien, es una barbaridad lo que podemos conseguir”, enfatizó Ferreira y agregó que las autoridades que negocien el tratado deben hacerlo sin dejarse llevar por los intereses personales.
Gobierno de Lula da esperanza
El ingeniero Pedro Ferreira indicó que el cambio de gobierno en Brasil podría resultar en acuerdos beneficiosos para Itaipú. Esto teniendo en cuenta lo que se consiguió en las presidencias anteriores de Lula da Silva. “Yo considero que el actual gobierno de Brasil es más grato, más auspicioso, da esperanza de que podamos tener buenas noticias para ambos pueblos en comparación con el anterior gobierno”, expresó.
El expresidente de la Ande criticó la posición brasileña asumida con la presidencia de Jair Bolsonaro, que logró reducir la tarifa energética como parte de su promesa electoral con un sector empresarial. Desde este año, está vigente la tarifa de US$ 12,67 kW, monto que fue fijado por el vecino país sin consultar con la margen paraguaya.
“Es una interpretación unilateral, irresponsable e inconsulta y que le puede hacer un daño impresionante al Brasil en el largo plazo, pero lo hicieron porque ellos tenían que cumplir con sus patrocinadores”, cuestionó Ferreira.